Relatos De Alguien Cualquiera

Relato 1: Los colores de la hormiga

Érase una vez, una hormiguita de color verde. No era nada especial, ya que muchísimas de las demás hormigas, eran de ese color.

El verde, le gustaba muchísimo, y cada vez que alguna hormiga de color azul le decía que el verde era un color horroroso, ella salía en su defensa. Siempre dejaba a las hormigas de color azul boquiabiertas.

Pero un día, sin nadie saber porque, esa hormiguita, quiso cambiar de color. Todas las hormigas verdes, se preguntaban cuál habría sido el motivo, para que aquella hormiga, a la que le encantaba su color, hubiera cambiado para convertirse en una hormiga azul. Con lo mal que se llevaba con aquellas. 

Pero, cambió. Así sin más. 

Cuando se cruzaba con una hormiga verde, esta giraba la cabeza y miraba a otro lado. ¿Cómo se puede cambiar tan rápido? Se preguntaban todas sus antiguas compañeras.

Aunque, a decir verdad, aquello no duró mucho.

Unas pocas semanas después, las hormigas verdes se quedaron mucho más sorprendidas. 

Aquella hormiga, ya no iba de azul, y no se giraba cada vez que pasaban por el lado. No. Ahora ella era de color violeta. Un color violeta muy llamativo. Y no apartaba la mirada. Ella se quedaba delante. Cuando las hormigas verdes le preguntaban que qué le pasaba, ella solo comenzaba a decir cosas sin sentido, a insultar y menospreciar al color verde.

Solo sabía hacer eso. Hablar mal del color verde. Hacer ver a la gente que le apasionaba el violeta. A demostrar que no había nada mejor que el color violeta, y que si eras verde, eras peor hormiga. 

Pero ella no se daba cuenta de que así, solo demostraba no tener color propio.