Quiero Robarme A La Novia

capitulo 9

Así concluye el semestre, el clan universitario sale de vacaciones y para esa noche Gustavo cumple con su palabra y a las 8 pm ya estaría en casa de Natalia, Ella lo invita a pasar a la sala mientras termina de vestirse. Por su parte Jeny desilucionada de lo que sería su relación. Se queda en casa reflexionando sobre  lo que está se había convertido. Todo era distinto para ella; gustavo el que parecía ser el hombre de su vida empieza a cambiar. Completando dos años de noviazgo. De aquella historia solo quedaban las tantas llamadas a larga distancia y citas sin cumplir. Gustavo se disculpa con los padres de Natalia y sale de la sala hacía la entrada de aquella casa y llama a Jeny. Después de varios minutos de hablar con ella. Gustavo siente una débil voz que lo llama a sus espaldas. era Natalia, así que rápidamente cuelga el teléfono.

—ya estoy lista— le dice Natalia cuando se le acerca.

—estás preciosa Natalia— dice Gustavo tomando su mano. Ella sonrie y le pregunta

—a donde vamos?

—te llevaré a un restaurante del que mi familia es propietaria, se que te va a gustar—responde Gustavo mientras abre la puerta del auto en el que llego...



08: 25 pm

Aquella noche era un tanto calurosa, el cielo lucia sin estrellas y la pintoresca ciudad de Barcelona era adornada por cientos de faroles que adornaban sus calles, dicho restaurante era  lugar bastante concurrido; la calidad de sus platos y la fama de su buen servicio lo convertirian en un negocio de éxito. Cuando llegan Gustavo rápidamente se baja del auto y le abre la puerta a Natalia. Finalmente entran y la expresión de asombro de Natalia lo decía todo.

—ves, te dije que te gustaría—le dice Gustavo al notarla...


De tal manera inicia la noche y aquel restaurante sería el castillo perfecto para Gustavo ganarse el perdón de Natalia, es allí donde le hace pasar una inolvidable noche. Se completa algo más de media hora desde que llegaron cuando Gustavo toma a natalia por las manos y la lleva consigo a un lugar un poco apartado de la zona de servicio del restaurante, Natalia muerta de la intriga no dejaba de interrogarlo.

—solo quiero que conozcas a alguien—le responde Gustavo aclarando todas sus dudas.

Natalia se deja guiar por aquella respuesta y continua caminando a su lado; al instante una mujer un poco madura al verlos se acerca a ellos y le da un fuerte abrazo a Gustavo. Aquella mujer de apariencia fina y de nobles modales era la madre de Gustavo. Natalia cordialmente la saluda intentando crear empatía con la que al fin y al cabo haría parte de su nuevo núcleo familiar.



11: 53 pm

Se acerca la media noche, Gustavo y Natalia se despiden y salen del restaurante. Iniciaría un nuevo día y los alrededores de la ciudad yacian solitarios, no habían terminado de subir al auto cuando Gustavo interroga a Natalia.

—y que te pareció mi madre?—le  dice mientras cierra la puerta, Natalia se sienta a su lado y hace lo mismo.

—se ve que es una persona muy amable, me agrado mucho conocerla—contesta Natalia—y tu padre? Cuando lo conoceré?

—todo a su debido tiempo presiosa, también vas a conocerlo—le contesta Gustavo jugando con sus cabellos

—donde está en estos momentos?

—mi padre vive en Bilbao, solo nos visita a mi y a mi madre cada vez que puede

—Bilbao!—exclama Natalia entusiasmada—me encanta esa ciudad.

—podemos visitarla cuando desees—le responde Gustavo Avivando su entusiasmo.

—me gustaría...pero, no requiere muchos gastos?

—no te preocupes por los gastos. Es lo menos importante—dice Gustavo mientras Natalia se sonroja—algún día sere el dueño de la compañía de mi padre y podemos ir hasta donde tu quieras—Termina de decir. Natalia vuelve a sonrojarse, y se acerca a Gustavo y lo besa.

—estarias dispuesto a hacer eso por mi— le dice.

—claro que si— le responde Gustavo—solo si estás dispuesta a perdonarme—le dice tomando su mano. Natalia duda un poco pero otra vez se deja convencer.

—esta bien te perdono—le responde. dicho esto Gustavo enciende el auto.

No sería la última promesa que Gustavo le haría a Natalia, estaba desidido a no perderla. Mucho menos a Jeny. y así meses después de aquella cita. Gustavo y Natalia viajan hasta Bilbao sin llegar a imaginarse que ese sería el lugar donde vivirian dentro de pocos años