Warning!; criminal in love ⇨ Kim Taehyung

Two

Maggie, la actualidad.

Siempre pensé que las vistas de Veapucci Beach eran lo mejor, el mar, el parque de atracciones, los barcos, hombres y mujeres increíblemente guapos, ya fuera para tomar el sol en la playa, hace ejercicio o simplemente salir a caminar, todo era perfecto.

—Hola, disculpa...—fruncí mi ceño cuando una chica tocó mi hombro—¿Sabes dónde está la casa Bertolt?—preguntó.

—Sí—respondí mirándola—, es aquella de allá, la de escaleras amarillas. —respondí señalando a dicha casa.

—Gracias, me has salvado de un apuro. Soy Angie—dijo estirando su mano.

—Sí, tampoco me cuentes tu vida—respondí con el ceño fruncido.

Ella abrió sus ojos como platos, negó con la cabeza para luego soltar un:—Gracias. Adiós.

—Espera—dije al ver que se alejaba hacia la dirección que le había indicado segundos atrás. Ella volteó—.

—¿Qué?—

—¿Por qué quieres saber la dirección de los Bertolt?

—Uh...—titubeó.

—¿Sabes? no me importa, ve—respondí sentandome de nuevo.

Angie:

Joder, pero que chica más grosera y amargada.

Ignorando a mrs. amargada, me dirigí a la casa que mi jefe, Blaise me había dicho. Entré por la puerta trasera que daba al aparcadero. Admiré la belleza que se encontraba frente a mis ojos, un Audi R8. Abordé en éste y me dirigí a mi destino.

Al llegar escuché a Blaise hablando con un chico que no había visto antes por la agencia.

—Eres racista y no me caes bien, y no te voy a vender éste auto. Ni hablar. Me pones los pelos de punta, neonazi. Sois todos iguales—Blaise me vió y en seguida me introdujo en la conversación—. Éste racista me insultó—me dijo señalando al chico.

—¡Eh!, ¿qué pasa, idiota?—dije acercándome—. ¿A quién llamas negro?—

—No, no, no, yo no llamo negro a nadie—respondió alzando sus manos en defensa.

—Tío, ¿qué carajos?—

—Yo... quiero decir... de color. Yo... Yo...—titubeó—. Eso no está bien, yo no digo nada de eso.

—Cómo debe ser, joder, y espero que siga siendo así, porque este hombre de aquí—señalé a Blaise—, es un hombre de negocios internacional, un multiculturista.

—Yo no lo habría dicho mejor—respondió él—. Pero en serio, tal vez no sea racista, pero no creo que sea lo suficientemente hombre para un auto como éste—dijo señalando a la Trailblazer 2017.

—Es... espera un momento—empezó el chico—

—JAJAJAJA. ¿A éste chico? ¿A éste? Enseñále un Híbrido. Ese coche es para hombre de verdad.

—Creo que tienes razón, Angie. Y entiendo que vas corto de dinero—le dijo al chico.

—No voy corto de dinero—empezó él.

—Ahora viene lo mejor—susurré—. Oígan, debo irme. Ey, Blaise, me largo—dije saliendo de la agencia.

—Así que, Jimmy. Crees que eres muy hombre. Toma el volante y demuestralo—escuché y solté una risa para finalmente, salir de allí.

(...)

Me dirigí a la agencia luego de dormir y asearme.

Blaise se encontraba enseñando a un pichón a conducir, al verme calló al chico y se dirigió a mí.