Amanda se encontraba en el supermercado, esperando su turno para ser atendida en la pescaderia. Esta noche le apetecia cenar salmon a la plancha.
Justo a su lado habia un hombre, bastante joven, llevaba el uniforme del supermercado donde trabajaba. En su placa se leía: Solomeo. El chico se acercó a ella más de lo que ya estaba, alargó un brazo, y en un rapido movimiento, puso su mano sobre la teta de Amanda, a lo que ella respondió:
-Palomita! Chocolate! Hijo de puta! Salmón! Cara esponja! Helado!- Se puso roja, no por enfado, en el fondo le gustó.
-¿Es tu cena de esta noche?-. Preguntó Solomeo.
-¿Eh? ¿Que? No....-. Dijo Amanda sorprendida por la respuesta aleatoria del chico.-Quiero que mi cena seas tu...
Amanda dejó su lugar en la fila de la pescaderia, y tomó la mano de Solomeo, que la llevó al almacén.
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Amanda y Solomeo, Amor sin limites.
HumorAmanda, chica corriente. Solomeo, chico ardiente.