Solo Tuya.

Capitulo 3 🔥

El fin de semana paso en un suspiro. De nuevo volvía a ser lunes, pero no un lunes cualquiera. Por primera vez me siento diferente, más segura, mas... ¿satisfecha?

Después de aquella noche en el Hotel Rose Wood, donde no hubo caricias ni palabras bonitas, me di cuenta de que encontré una nueva sensación. Era como un deseo envuelto en un misterio, una curiosidad que me hacía querer sentir más. Sin embargo, sabía que eso no podría volver a ocurrir. No porque no quisiera, sino porque el Derek no lo permitirá, Por tres razones: no podía joder más de dos veces con un cliente (al menos que él lo pidiera), el sexo violento era peligroso y tres; bueno, yo era de él.

Supuestamente.

Ay no.

Aquí viene

—Coñito- canturreo Derek sobre mi espalda, había reconocido sus pasos a un metro de distancia. Me hizo girar para besarlo en la boca, obligando a mis labios abrirse con su lengua. Su aliento era una combinación de menta y tabaco, un sabor bastante peculiar para un lunes por la mañana

Hice una mueca cuando se alejó.

— No pongas esa cara, muñeca –Palmeo mi mejilla, alejándose de mi para sacar sus cigarros ¿Era posible fumar así? Se alejo dejando un rastro de humo en mi rostro. —Cuéntame, ¿Qué tan malo fue?

Esa era nuestra manera de comunicarnos, sin rodeos. No sabía si sentirme alagada por su preocupación o enojada porque ambos sabíamos que eso a él no le interesaba y solo trataba de ser condescendiente.

La última vez que le dije que "me había dolido mucho" Me dio un lubricante y me dijo abriera más las piernas y que no le diera mi culo.

Gire los ojos.

—¿Qué? -pregunto Derek apagando su cigarrillo.

No dije nada y abrí mi casillero. Chillé cuando sentí una nalgada en mi culo.

—¿Hiciste puerta trasera? – Derek se burló.

—¿Qué?

Apoyo ambas manos en mi rostro, recargando sus labios en mi oído.

—Por atrás. - explico.

Sentí un rubor subiendo por mis mejillas

—No.

—¿No?

—¡No! - empuje a Derek, pero a él no parecía importarle. No obstante, sin protestar él solito se alejó. Sacudió su chaqueta y saco un sobre.

—Toma— coloco el sobre de mis manos.

—¿Qué es esto?

—Explícamelo tú

Abrí el sobre y había varios cientos.

—¿Cómo? - levante los ojos.

Derek los giro.

No dio explicaciones y saco un teléfono.

—El cliente quiere verte.

—¡¿Enserio?!

Levanto una ceja intrigada. Él era muy hábil leyendo la mente, sentí un nudo en el estómago. lo que sea que tratara de leer en mi cabeza necesitaba alejarlo

—¿Cuándo? - carraspee la garganta como si me molestara el humo de su cigarrillo. Fracase cruelmente porque él no parecía tragarse mi actuación.

Sus ojos siguieron analizándome.

—Bec. - la advertencia en su voz me lo dijo—Es un cliente, no tu novio—se inclinó hacia mi—No hagas esto difícil.

—Eh... Yo no- me reí como estúpida y le di un empujón amistoso en el codo. — ¿crees que estoy enamorada de él?