Me mire al espejo, estaba vestida con el vestido de novia mas hermoso de este mundo, detrás de mi se encontraba María, la mujer que seria mi suegra luego del casamiento, me miraba con una sonrisa enorme mientras asentía con la cabeza, a su lado se encontraba mi madre, le cuchichiaba al oído a María mientras me miraba y sonreía, mi hermana a la derecha de mi madre sonreía ampliamente y sus ojos brillaban. Yo, no sentía nada, no había ningún tipo de sentimiento dentro de mi, me casaba solo por compromiso, ya que nuestra boda había quedado arreglada por conveniencia, mis padres estaban en bancarrota y mi casamiento con Alan seria la salida a todos nuestros problemas. Mire a mi madre tras el espejo, esperando que me diera su aprobación para poder sacármelo, tras ver su aprobación salí disparada al cambiador, no quería estar ni un segundo mas con el puesto, pesaba demasiado, además no aguantaba mas estos tacones, no estaba acostumbrada a esto, prefería un par de converse y unos jeans. Al salir del cambiador, fuimos a almorzar todas juntas, esto me parecía patético y en estos momentos conocía más a mi suegra, que a mi propio prometido. El terminar del día fue lo mismo de siempre. Me acosté y mire el techo, mi mente iba mas haya de las cuatro paredes que me apartaban del resto de mi familia, si había salido tres o cuatro veces con Alan era mucho, no quería casarme con ese hombre, mi sueño siempre había sido casarme con un hombre a cual amara con todo mi espíritu, un hombre con el cual me sintiera amada y cuidada, en el que pudiera dormir tranquila a su lado todas las noches, pero cada día que pasaba y se aproximaba la boda, mas me caía la ficha de que ese tipo de amor, el amor ideal de las películas, y los libros que leía, era solamente de las películas y libros. La ultima charla con Katherine se me venia a la mente, ella sabia que yo no quería esto, pero entendía mis razones, mire la hora, 00:30, intente poner mi mente en blanco y dormir, debería levantarme temprano al día siguiente.
Las siguientes semanas pasaron demasiado rápido, demasiado para mi gusto, tres días faltaba para la boda, mucha gente que conocía estaría allí y mucha gente que no conocía también lo estaría. En estos momentos me encontraba en el gimnasio, la misma rutina desde hace tres meses y medio estaba siguiendo, estaba cansada de esta rutina, todos los días lo mismo. Al terminar de bañarme, me arregle y salí, había quedado con Katherine, hacía un mes y medio que no la veía y la extrañaba demasiado. Estaba parada en el semáforo esperando que cambiara el color de la luz cuando alguien por detrás me asusta, me sobresalto y me doy vuelta enseguida, encontrándome con la chica mas hermosa de este mundo, sonrió y la abrazo.
Katherine, no puedo creer que estas acá - digo aun en el abrazo, puedo sentir su sonrisa.
No podía dejarte llevar estos últimos días sola –nos separamos y caminamos hasta una cafetería cerca- como estas?
Pues, la verdad, como puedo, ayer tuve la última prueba del vestido y no sentí ni una sola emoción al verme con ese hermoso vestido, así no había imaginado que sería mi boda -suspiro-
Saldrás de esta, como has podido salir de muchas otras- me mira con cariño-
-solo sonrío aunque nota mi sonrisa apagada- Y dime, ¿como va tu relación con el futbolista?
Ya te dije que se llama Juliano. Elena –me dice sonriendo-
Ya se, pero decirle el futbolista queda mas sexy –digo de forma sexy, Katherine estalla en risa, y yo estallo con ella, su risa es contagiosa.

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Casamiento por Conveniencia
Roman pour AdolescentsUn casamiento, pero no por amor, sino por conveniencia de las familias, surgirá el amor? Formaran una familia?