Resolución

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—¡espera!— pidió el Uchiha tomándole la muñeca.

—¿ahora que quiere? Va a recordarme que lo nuestro no puede ser, que no siente nada por mi y que no se me ocurra decirle algo de lo que paso a alguien— expuso con fastidio y cansancio el rubio, no queriendo hacer más largo su sufrimiento.

—no me dejas hablar y aún así pretendes saber lo que siento— espetó con fastidio y molestia, para después jalarlo de la muñeca y salvar un poco de la distancia que los separaba, poniéndolo de tal forma que quedaran frente a frente. —¿Sabes, Naruto? ni en la mejor de mis fantasías me imagine tenerte así, frente a mi y diciéndome que los sentimientos prohibidos que siempre he tenido hacia ti son plenamente correspondidos, pero ahora que soy consciente de ellos, aprovecharé esta oportunidad de tal manera que no puedas o aún mejor, que no tengas ganas de escapar— murmuró con la voz ronca y entrecortada, para finalmente salvar la escasa distancia que lo separaba del menor y tomar sus labios con ansiedad, deleitándose con su inexperiencia y dejándose llevar por aquella vorágine de pasión que amenazaba con consumirlos por completo.

Tomó entre sus manos las manos del menor y las llevó a su trabajado abdomen, haciéndole conocedor de sus deseos de ser tocado al rubio, el cual obedeció rápidamente a sus exigencias. Por su parte, él llevo sus manos al trasero del menor y le dio una palmada, sacando un jadeo del menor, el cual fue ahogado entre sus bocas.

A causa de la falta de aire, con renuencia, los dos se vieron obligados a separarse. El mayor recorrió con sus grandes manos las caderas del menor, mientras se deleitaba ahora entre lo poco que se podía admirar de su cuello, besando, chupando y mordiendo a su antojo, entre tanto se embriagaba con el dulce aroma del menor, que solo atinaba a acariciarlo mientras le deleitaba con sus deliciosos jadeos y gemidos, que no hacían más que aumentar considerablemente el gran problema entre sus pantalones.

Siguieron toqueteando y repartiendo besos por doquier, hasta que el mayor se topo con el sofá. Una fugaz idea paso por su mente y una sonrisa maliciosa se poso en el rostro del azabache, se aparto un poco del menor, recibiendo un gruñido como respuesta. Con lentitud, se acerco al oído del menor y susurro.

—quítame lo que hace falta, se que estas ansioso por conocer lo que hay debajo de toda esta tela— le susurró roncamente y con una voz cargada de lujuria.

Un escalofrío recorrió la espalda del menor, y con una notable ansiedad y  sus manos temblorosas, se apresuró a desabrocharle el cinturón y a quitarle el pantalón junto con la ropa interior.

El miembro del mayor salto, una vez estuvo libre de su prisión de tela y se alzó en todo su esplendor, erecto, goteante y deseoso de la atención del menor. El rubio se deleito y se asustó a partes iguales, como demonios una cosa de semejante tamaño iba a caber en su interior, lo iba a destrozar... Quizás no podría caminar en semanas.

—oe, dobe, no te asustes, estoy completamente seguro que tu cuerpo esta deseoso de tenerme adentro— murmuró descaradamente el azabache, deduciendo los pensamientos del menor.

—¿hablas en serio, teme...? Tu tienes una cosota, ttebayo, eres anormal— expresó el menor con el ceño fruncido, pero, sin poder ocultar la excitación que sentía por la situación que se encontraba con el Uchiha.

—shhhh, mejor dejemos la charla de lado y continuemos con la clase, el músculo que ves aquí, se llama pene, y contrario de lo que muchos creen, si es un músculo, y esto se debe al tejido que lo conforma. Ahora, no creo tener que explicarte para que sirve, pero en todo caso, te voy a dar una demostración— aseguró, para luego tomar al menor de la cintura y atraerlo nuevamente a su cuerpo, y plantarle un pasional beso, mientras restregaba su erección contra la anatomía del menor, y a la vez lo despojaba de todas sus prendas que le impedían saborear a gusto su pecho.

Clases de Anatomía con Sasuke UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora