Allison.
Llegamos a una mansión, gigantesca, mucho mas grande que la mía, ¿Que si yo tenía una mansión? No, no tenía una, vivía en una, mi padre la recibió como herencia de parte de mis abuelos, era grande por su puesto, pero no tanto como lo que tenía ante mis ojos, una gigantesca mansión color crema, con varias ventanas de mas de dos metros de alto y dos y medio de ancho, la casona era de unas 3 o cuatro plantas, tenía dos enormes pinos a los costados, el jardín era hermoso, le tendrían que pagar al jardinero una fortuna para mantenerlo así, y vaya que se veía que tenían el dinero para pagarlo, además había luces que ambientaban la fiesta que le daban color a la casa, y la música estaba que te reventaba los tímpanos.
Nos bajamos de el coche y caminamos al portón gigantesco color blanco abierto.
– Amiga, ¿Que cosas darán de tomar o comer en este lugar? – Preguntó Jorge dirigiendose a Ángela
– Pues mi Jorgito dejame decirte que lo menos fuerte que puedes tomar aquí es cerveza, de comer la verdad no tengo idea y pues existe lo necesario para que la fiesta llegue a otro nivel – Lo dijo con la típica mirada pervertida de An
– ¿Hablas de droga, chica? – Dijo Jorge mientras le hacía la misma mirada
– ¡Al fin alguien entiende mis indirectas! – Gritó y después soltó una carcajada
– Chicos, ¿les puedo pedir algo?– Pregunté de una manera rara de mi (tierna)
–¡Por supuesto que desde luego que si, Ally¡ ¡Lo que sea! – Respondió mi mejor amigo con entusiasmo mientras me veía por el retrovisor
–No dejen que me amargue ¿si? Ni que me la pase en el rincón, o sola y esas cosas, porfis, no quiero, hoy no, ¿me ayudan? – No se porque, pero mis ojos se llenaron de lágrimas, odiaba eso
– Hace tiempo esperaba que dijeras eso Allison ¡Por dios! ¡Claro que si! – Respondió mi mejor amiga con entusiasmo mientras salíamos de el coche.Caminamos hacia la puerta, había un montón de gente a donde quiera que voltearas, y entramos, había mucho olor a cigarro y alcohol, gente en el los sillones o en las mesas besándose, o mas bien ¡Tragandose! Dios mio, esto era una locura, pero no me arrepentía de estar ahí.
Luego, sentí una mano en mi hombro y dí media vuelta para ver quien era.
– Hola, preciosa, ¿sabes donde esta el cuarto de Dylan? – Preguntó un chico como de 20 o 21 años guapo, muy guapo, con un cuerpo muy bien trabajado, pero no me daba buena espina
– No, no conozco mas que a dos personas aquí, son ellos– señalé una barra donde estaban sentados tomando no se que – lo siento, quisiera ayudarte pero no puedo – Espero haber contestado a su pregunta
– Pues ya somos dos, yo tampoco conozco a nadie mas que a Dylan que es uno de los hijos de el dueño de esta casa, ¿sería mucho pedir si te pido que me ayudes a encontrar su cuarto? Solo voy por un videojuego que le presté y me voy a casa – Respondió casi gritando por el ruido de la música pero no dejo de ser cortés en ningún momento
Pero...¿enserio? "Solo voy por un videojuego que le presté y me voy a casa" ¡Hay por favor! No me iba a creer esa. Pero sonó amable y buen chico...
– Si, claro, te acompaño, pero no me has dicho tu nombre, soy Allison – le grité al oído poniéndome de puntillas por lo alto que era
–¡Oh! Lo siento, me llamo Nicolás, me puedes decir Nico.Después de que Nico le preguntara a varias personas donde estaba el cuarto de ese tal Dylan, y después de subir muchas escaleras, entramos a un pasillo donde había varias puertas a los lados, y gracias a dios no se alcanzaba a escuchar la música tan fuerte, llegamos al final de el pasillo y nos paramos delante de una puerta blanca, abrió la puerta sin usando una llave ¿Qué coño?
– Bien, entremos por el juego – Me dijo mas como una orden que como una petición
– Te espero aquí – Contesté de la misma manera
Se acercó a mi demasiado, ese chico a esa distancia tan corta daba miedo
– Vas a entrar a ese cuarto y vas a hacer todo lo que diga cuando yo lo diga, ¿entendido, chiquilla? – Me dijo mientras me apretó los brazos y me empujó contra él
Ese chico se estaba pasando.
Los forcejeos comenzaron, yo luchaba por mi virginidad y el por tener relaciones conmigo, a la fuerza, era muy muy fuerte, no podía contra el, hasta que tomé algo que estuvo a mi alcance y se lo rompí en la nuca.Salí corriendo, sin rumbo, entonces al doblar la esquina...
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Siempre.
Teen FictionHay ocasiones en que es mejor hablar desde un principio a ocultar la verdad . A nadie le gusta que sufra la persona que uno ama.