Preso y Guardia

Preso y Guardia 1.5 : Mi primo Gay

Quizás hayan sido tristes... esos momentos donde no pude asemejar cosas que, a su vez la mente y el corazón enredan malas pasadas. Miles he vivido, han sido originadas debido a desamores, desengaños, jodidas interpretaciones de la vida y pasados que no quiero saber como terminaron, ni mucho menos como comenzaron. Pero de algo se vive y ese algo te hace vibrar, enaltecer, sobrevivir. Ese pedacito de alma que te ofrece cierta persona que sin lugar a dudas te hace apreciar blandamente no solo el paladar, el corazón, la experiencia...la vida. ¿Qué se hace si ese ser lleno de imperfecciones también es capaz de arreglarte las tuyas? sin lugar a dudas.

¿Eso me pasó? si... ¿está rota en muchas partes? Si. Sin embargo, no es causa de no querer intentar de buscar la felicidad así llegue a percepciones radicales de espacio, de tiempo de periodo. De horario y mucho más... la empresa de las relaciones, el consejo académico de los amores, la claridad de una persona hace que los ánimos palpiten y lleguen de buen auspicio, la peripecia de conocer una buena vida. Una paz...

Mi paz...de tanto intentarlo del lado erróneo lo conseguí...fue un largo trecho. Una experiencia vivida, que cuesta sí, no lo pienso dificultar...quizás buscar a alguien con un nombre gregario de un país no es buena idea confirmarlo.

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11 de marzo del 20XX

-3:44 PM

Estaba ansioso, con ánimos de querer sacar el paso adelante y dar el baile de la felicidad luego de miles de veces intentarlo y seguro de conocer los miles, eh digo, 'las mieles' de una relación. Eres tan idiota de creerle a tus amigos y poder pretender o mucho peor, hacerles caso a planes desastrosos con tal de estar al tanto a alguien que demostrara, que esto me descubriera la realidad que tanto quiero.

Solo era zafar sus labios. Sus belfos bellos donde esos ojos celestes fueran a proponerme lo que me fascinaría. Para bien, que sacara sus esclarecimientos y conclusiones verídicas.

-y bien? - respiro hondo; aún no se me sale la sonrisa del cuerpo - que me... ¿dices?

-yo... estee...

-n-no espera, sin afanes...tomate tu tiempo, se paciente y yo estaré paciente también.

No se imaginan la escena, típica de centro comercial; bien vestido para la ocasión. Comiendo en el local que tanto le gusta su plato favorito, su propuesta de mando; mi medio de transporte. Lo que se tenga que hacer a mi alcance. eran las cartas finales para atacar su bello corazón y no solo eso, Su encanto.

Gustaba en mí, la pinta actual que llevo. Mi camisa de la suerte roja de cuadros con morado y azul cobalto, pantalones ceñidos rotos de color azul por las rodillas. Mis tenis predilectos negros llegando a botín de suela café con medias negras, chaqueta de cuero de capucha y todos los accesorios pertinentes.

Pero volvamos a la razón de todo. No sabía contemplar esta belleza sin igual, cabello castaño ondulado en cola de caballo; Top verde manga al brazo y sus leggins negros con botas de combate. Aunque ese lienzo pintado, su rostro bello de ojos espaciales donde se percibe lo natural en vida de esas cuencas cristalinas. Era decisivo, justo. Solo se lo podía decir de nuevo.

-Francia

...

-perdón, pero tengo que decírtelo nuevamente. Sabes que te aprecio mucho y nos conocemos desde hace mucho. Y es normal que dudes. - mis manos sostenían esos delicados dedos, ella solo responde lo que le digo, de muchas y otras categorías. Pero repetírselo no esta de más. Solo faltaba culminar con lo cometido, con lo decisivo y demostrarlo.