Capítulo 3

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Harry ni siquiera se inmutó cuando un alfa, de cabellos negros y piel blanca con los ojos completamente negros; de pupilas dilatadas le gruñó.

Éste sólo lo observó, el alfa pelinegro le gruñó de nuevo, un rugido grave, rasgado y profundo que lo hizo temblar casi imperciptiblemente. Harry le mostró los dientes, gruñó más potente, más grave, uno que nació del centro de su pecho.

El alfa pelinegro sólo abrió los ojos de par en par y musitó más en un gruñido que una palabra. "Devuélvemelo."

"No es tu omega. No te pertenece."

"Dámelo".

"No."

El otro alfa se le aventó, aún escuchándose rumores en su pecho que terminaban en graves y profundos rugidos. Harry le sostuvo los brazos, lo estampó contra la puerta del apartamento del irlandés; inmovilizándolo.

"Te soltaré y quiero que lleves tu maldito trasero a tu apartamento y quiero que no busques de nuevo al pequeño omega. ¿Entendido?." dijo el rizado en tono de advertencia. Este sólo asintió.

Lo soltó. El pelinegro entró a su apartamento con un portazo.

Harry, al ser alfa, no estaba de acuerdo con que durante los celos salierá el alfa que llevaban dentro. Ya mucho tenía que lidiar con no gruñirle a su jefe cada que lo regañaba. No le gustaba eso de marcar a tu omega.

No le gustaba el lazo que se formaba al marcar al omega.

Había visto con sus propios ojos cómo su hermana más grande, Lucy; había muerto al romper el lazo con su alfa, Demián.

Cada que veía a una/un omega excibiéndo su marca, cómo si fuera una joya, le daban ganas de vomitar. Le daban arcadas y se le secaba la boca.

Cada que veía a un omega marcada/o venían flashes a su cabeza de su hermana cadavérica. Sin color ni ganas de vivir. Seca como una hoja en otoño. Con la marca en el cuello amarillenta y seca, quedándo sólamente la cicatriz de una promesa que no había sido cumplida.

Y él quería evitar eso.

Suspiró y se adentró al apartamento del alfa rubio.

Al entrar sólo escuchó las carcajadas graves atragantadas de su amigo irlandés y risas delicadas chillonas seguramente del pequeño omega.

Sonrió. No quizó interrumpir.

Salió por la puerta, no sin antes avisarle a su amigo que se había ido a casa, deseándole buena suerte con el omega y felicitándolo, diciéndole que lo cuidara y se cuidara.

Ah, y que utilizará las cosas "estúpidas" que hacen los alfas para conseguir un omega.

Se llevó un par de malas palabras escritas en un mensaje de texto por el alfa rubio. Harry sólo rió y se dirigió a su casa. Tenía cosas que hacer muy importantes...

Y esas cosas importantes para él eran: Darse una ducha relajante. Cantar a todo pulmón canciónes de The Fray durante la ducha. Cambiarse y seguir cantando y ahora baílando. Preparar la cena. Cenar y mirar vídeos en su computador a altas horas de la madrugada. Dormirse y despertarse hasta tarde. Mirar caricaturas.

Hacer todo lo que de jóven no hizo.

Necesitaría más de un mes para recuperar el tiempo perdido.

****

"Eres muy divertido, Joshua." dijo un Niall con ojos llorosos y cara sonrojada.

Desde que se había calmado el castaño omega, el rubio comenzó a platicar de temas banales con él. El omega asustadizo resultó un gran comediante y muy buen compañero.

Cuando Sale El Sol (Larry/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora