Unai y yo hemos empezado a ser amigos. Es extraño pero últimamente estoy un poco mejor. Ese chico irradia mucha felicidad.
Hoy iré a una fiesta, con mi novio, claro está. No sea que me acerque a más de 20 cm de un chico sin su permiso y me merezca una paliza.
Por una parte tengo ganas de ir, y por otra no. Sé que esta ciudad es grande pero hay mucha probabilidad de que Unai vaya a esa fiesta y nos encontremos. Y si mi novio descubre la verdad, que Unai y yo nos vemos por las mañanas y que tenemos nuestros número y todo. No quiero imaginarme la que me va a caer.
Hoy si que me arreglo, tengo ganas. Me pongo una falda, no quiero pasar calor en pantalón largo. Mi novio viene a recogerme en coche y al subirme me dice lo guapa que estoy. Y sonrío, pero oye, demasiado bien ha ido todo por 2 segundos,
-Vas en falda?- Me dice bastante serio.
-Sí, ¿qué pasa?- realmente e inocente de mi no entendía esa pregunta. ¿Qué había de malo en esa falda?
-No, nada. Es por, ya sabes, los chicos. Ya sabes como son los hombres. No por ti, yo quiero protegerte de, bueno ya sabes como miran los hombres y lo que pueden llegar a hacer y tu con falda...- veo como aprieta su mano contra el volante y aprieta un poco la mandíbula. Yo estaba flipando, no podía creerme lo que estaba entrando por mis oídos y que estaba saliendo por su boca. Me entraron otra vez esas ganas de llorar, maldita llorona eh. Pues no, maldita impotencia. Nos pasamos todo el camino discutiendo y a mi se me quitaron las ganas de la fiesta, de la falda, y las de respirar.
Entramos en el sitio de la fiesta y había un montón de gente. Como era de esperar no nos vamos ni para el centro, ni para la barra ni para ningún sitio cercano a un ser humano con pene. No sea qué.
Y como era de esperar, apareció Unai por detrás mío. Con tres bebidas en la mano y su sonrisa.
Sé que tendría que haber sentido miedo por lo que pudiera pasar entre ellos dos, pero sentí alivio de que estuviera aquí. Aun así, le contesté un poco asustada.
Le presento a Unai mi novio. A lo que el le contesta "Unai, bonito nombre, encantado". No estaba segura de que Unai notara el sarcasmo en esas palabras. Pero esperaba que no lo hiciera. Aunque él también le habló sarcásticamente, y eso me hizo gracia.
-Bueno, creo que ya va siendo hora de irse.- Me dijo mientras me agarraba del brazo. Acabábamos de llegar, pero el ambiente ya venía calentito del coche y más ahora...
-¿Ya? Pero es un poco pronto aún, ¿no?-Pues claro que era pronto, pero no quería pasarme de la raya con mi tono de voz. Y noté como hacia presión con su dedo pulgar en mi brazo.
Pero ahí estaba Unai el salvador, al que por lo que veo esa escenita no le hizo ni pizca de gracia y no pudo mantenerse callado. Y en aquel momento se lo agradecí mentalmente, pero luego desee que nunca hubiese interrumpido.
Empezaron a encararse y yo no quería problemas con Unai, así que dije que ya nos ibamos. Pero fue en vano, Odín (mi novio, que no he mencionado su nombre) me miró a los ojos y con toda la rabia me dijo "Sabes que no me gusta que te juntes con chicos de este tipo". Y se desató la guerra. Unai le dio un empujón a lo que Odín respondió con otro empujón. Vaya movida. Aproveché que otro ser corpulento se encaró con Unai para irme de allí.
No os imagináis lo que vino después, y tampoco quiero contároslo. Con que sepáis que no pude contestarle a Unai por miedo y a que al final tuve que recurrir a excusas tontas para decirle que no nos podíamos ver más tenéis suficiente.
Y sí, me dolió. Me dolió porque Unai alegró mis días aunque fuera por 10 minutos. Y me dolió porque Unai no se merecía eso. Y me dolió sobretodo por que, sabía que estaba haciendo todo esto por un idiota. Me dolió porque sabía que estaba prefiriendo quedarme en el infierno, antes que en el charco de agua.
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¿Y si nos vamos tu y mi sonrisa hasta Marte?
PoetryEl amor y el desamor van cogidos de la mano, pero, puede el amor vencer a la desconfianza, los miedos e inseguridades? Esta historia relata la vida de Unai y Loreen , la cual no es un camino de rosas pero tampoco de espinas