-Vales una mierda.-
Me desperté a las 6 de la mañana, por culpa de una pesadilla. Esta última frase es lo único que recuerdo con claridad de aquel frívolo sueño. Me froto los ojos para quitarme las lágrimas y las legañas también.
Estaba cansada, de verdad, y no de sueño. Estaba cansada de irme cada noche a dormir con miedo de una pesadilla. Con miedo de volver a soñar siempre con lo mismo. Con esas palabras hirientes que, desde hace tiempo, ya no solo herían por el día, ahora también por la noche. Y era una putada, de verdad, una grandísima putada.
Me levanto para lavarme la cara y ducharme pero creo que hasta paso de mirarme al espejo. Me duele hasta verme así.
¿Y quién iba a decir que unos sueños pudieran afectar tanto a alguien? Pero, ¿y quién iba a decir que son solo sueños?
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¿Y si nos vamos tu y mi sonrisa hasta Marte?
PoesíaEl amor y el desamor van cogidos de la mano, pero, puede el amor vencer a la desconfianza, los miedos e inseguridades? Esta historia relata la vida de Unai y Loreen , la cual no es un camino de rosas pero tampoco de espinas