Escritos hechos por una persona con baja autoestima

03:00 a.m. De la madrugada.

  Se supone que debería estar durmiendo, pero, ¿Cómo carajos dormir sabiendo que soy el hombre más feliz del universo?

Escribo para saber como me siento. No es lo mismo estar enojado que estar decepcionado.

Yo sé que estás cansado y que estás harto y que te mueres de ganas de desertar.
Pero no es fácil volver a empezar, ni mucho menos recorrer los caminos que hace unas horas acabas de terminar.

No puedo creer la cantidad de vicios que se puede llegar a tener a los quince.
Pero de todos ellos el que más me preocupa, es esa mujer.

He visto cosas más atemorizantes dentro de una escuela que dentro de una casa embrujada.
Me he cansado de huir tanto del futuro que creo que ya es una carrera ganada.

Somos jóvenes, somos nuestras malas decisiones, nuestras canciones, somos nuestras melancólicas madrugadas expresando todas nuestras emociones.

Porque ¿De qué me sirve estar rodeado de ángeles que no están con mis manos en guardia?
¿De qué me sirven los cielos si no sé dónde chingados están las entradas?
He caminado todos los infiernos y no me da miedo la espiritualidad. Estoy seguro que todo lo que está pasando no puede ser casualidad.


Aquellos imbéciles que ayer rogaban que estuviéramos juntos son los mismos que hoy en día tratan de hacer bromas tratando de alejarnos.

Dejé de pensar todas las razones por las cuales soy un imbécil y decidí sólo serlo.
Porque no hay mejor manera de vivir el amor que a penas llevar unos meses de conocerlo.

Pero qué genial es cuando las ojeras están ahí porque sueñas más de lo que duermes.

Nunca he dejado de admirar a los brazos que tienen bajo control su realidad, que sueñan con una correa porque ya entendieron que en algún punto las juventud se les va a terminar y les va a haber costado muy caro al final.

Porque de nada sirven los costales llenos de sueños rotos y las películas que con los mejores guiones, de todos modos no se pudieron filmar.

Porque me aterra que nadie quiera escuchar mis canciones porque eso es exactamente lo mismo que jamás haber aprendido a tocar.

Y se tocan los instrumentos por lo mismo que se tocan las puertas; para que quien esté del otro lado salga y necesite algo que tú tienes, y yo necesito todo de ti, porque sin eso yo no soy nada.

Todos los sueños se cumplen y eso está maravilloso. El problema está en que no siempre se cumplen en el soñador.

Sigo soñando con una venda en los ojos, por ingenuo, por cobarde y tal vez sólo por pendejo y es que cada vez que veo al frente, todos me obligan a despertar.

Si todo lo que tengo en frente es lo que siempre va a ser mi realidad entonces discúlpame por no querer bajar.

Si la vida se trata de apoyar nuestros pasos en los tobillos, pues mucho gusto, me llamo Aquiles.

Siempre que veo las marcas en el techo no puedo evitar sonreír. Y es que ¿Cómo tienes que batir la pasta para que llegue tan alto?

Después de tantas heridas de guerra no lo has dejado de intentar, ningún año. Un día no vamos a cenar pizza en la cama y sí vamos a tener una cena normal. "Normal" porque todas han sido románticas.

Te lo juro, en la RAE dice que "Cena romántica" es cualquier cena en la que después de hacer la digestión terminan en besos llenos de mucha pasión.

Sácame vivo de ésta porque no sé si estoy listo para el cielo porque ahí están las personas que hacen falta pero que ya casi no conozco.

Los golpes de realidad son todas las personas que te ven desde arriba preguntándose por qué chingados no les estás haciendo caso.

Te vas a meter en todos los problemas de todos los libros sólamente porque no tienes un plan pero no tienes tiempo de pararte a hacer una
estrategia en las arenas cuando estás perdiendo la guerra mar adentro.

Si te quedas quieto tirado en el suelo suficiente tiempo, los gusanos te van a comer la cara vivo como cuando los vivos te comieron los sueños
en la cara y te dejaron tirado en el piso. Háblame de círculos.

Hazme entender que la única diferencia entre las personas que se cansan de vivir y las que viven cansadas es que unas deciden apostar su resto a ser felices y otras están contentas con jamás perder aunque eso signifique nunca ganar nada.

Escribo mucho y leo muy poco, de los que ayer te despediste no son los mismos a los cuáles hoy dices ''buenas tardes, chama''.
Lamento ser tan estúpido y terco, pero si de algo estoy seguro es que soy yo la persona quien más te ama.