Cuando vivía en el campo y era pequeño, observaba a mi alrededor y se me hacía raro que mi padre jamás me hubiese tomado de la mano, mientras que a mi hermana la acariciaba y le hacia bromas mientras la abrazaba cariñosamente. Eso pensaba hasta que al cumplir los 15 años, mi padre me obligó a entrar en su mundo y tomar como objeto de practica sexual a mi propia hermana.
No podía negarme porque corría en riesgo mi vida y la de ella. Yo se, que mi padre jamás nos quiso, solo nos alimentaba y allí quedaba su respeto por ambos. No tenia pasiones, solo tenía maldad y yo aprendí a ser el macho que él disponía que fuese, sin piedad, ni impunidad, ni perdón de Dios.
* Yo sabía muy bien que me iría al infierno con él.
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Aun de que pensará en el infierno, yo vivía en mi propio infierno, en mis peores fuegos, mis peores fantasmas, porque jamás tuve paz ni la tendré. No me voy me excusar de hacer lo que hacia con mi 'hermanita', al principio era despreciable hacerlo, porque era la transformación donde me convertía en una bestia, en una simple sombra que cubría todo el manto de la maldad de mi padre. No intento tampoco culparlo de todo en lo que me convertí, pero él nunca me mostró otras cosas y no tenia un ejemplo de donde ser bueno, en simples palabras era el camino más fácil para tomar.
Muchas personas me decían -serás el calco de tu padre-, jamas quise imitarlo, pero fue en lo que me convertí y aun peor.
Sin irme del tema, yo pensaba que lo que hacia con mi hermana, era lo peor que podía hacer, además de odiar a mi padre. Pero no, además soy un asesino.
