Julio de 2013
Era un bonito día de verano cuando mis padres me preguntaron si quería ir a un campamento de verano de caballos, no tuve que pensármelo dos veces, tenía mucha ilusión por ir desde hacía mucho tiempo.Los primeros días en el campamento fueron geniales, conocí a mucha gente nueva y entablé relación con otras a las que conocía poco por aquel entonces. Al final del campamento tenía un grupo de amigas, éramos unas ocho niñas, nos llevábamos muy bien entre nosotras. Una de ellas se llamaba Raquel, por aquel entonces ella tenía 17 años, era una niña de mediana estatura, morena, de pelo largo y con labios carnosos.
Cuando el campamento acabó todas nos llevábamos muy bien entre nosotras, en concreto me llevaba muy bien con Ana y María, hablaba con ellas a diario. Pero en general hablaba con todas de vez en cuando.
Un día decidí hablar a Raquel, simplemente le escribí un twit ya que por aquel entonces pasaba muchas horas usando el Twitter. A raíz de ahí empezamos a hablar casi a diario, poco a poco se fue ganando mi confianza hasta meses después llegar a ser mi mejor amiga.
Nunca antes me había sentido así por alguien, diariamente me preguntaba a mí misma que era lo significaba Raquel para mí, hasta qué punto podría ser una simplemente amistad o algo más, lo único que tenía muy claro es que en muy poco tiempo ella significaba muchísimo más que cualquier otra persona para mí.
13 de septiembre de 2014
No tenía mucho que hacer así que decidí invitar a mi casa a Raquel y a otra amiga más llamada Anna con la que nos habíamos hecho uña y carne por aquel tiempo, el plan era pasar la noche viendo películas y comiendo porquerías varias. La primera película que vimos fue de miedo, recuerdo verla tapándose los ojos todo el rato, me parecía tan adorable verla así... Así que decidí darle la mano, no sé cómo pero al final acabamos toda la película agarrabas la una a la otra. Cuando ya era muy de madrugada y ya estábamos muy cansadas decidimos acostarnos cada una en nuestra cama. Estuvimos las tres charlando un rato, hasta que de repente Raquel se vinó a mi cama, sinceramente no quería que se fuese así que decidí apagar la luz para dormirnos. Recuerdo seguir dándole la mano como cuando estábamos viendo la película, pero, empecé a pensar si estaba siendo muy pesada y si la estaría agobiando así que le solté la mano y me di la vuelta, ella me respondió abrazándome por detrás así que volví a darme la vuelta y le hice cosquillas durante mucho rato, sentía como se le ponía el vello de gallina cada vez que le acariciaba, era algo indescriptible...No sé el porqué pero le dí un beso en la mejilla y eso siguió a otro y otro, hasta que "sin querer" un par de veces le di besos en las comisuras de la boca, a lo que yo me disculpaba y ella solo me respondía sonriendo.Al día siguiente nuestras miradas eran muy cómplices, no sé porqué pero algo pasaba, por la tarde cuando se fue decidí escribirle un mensaje para ver qué había pasado.
Necesitaba asimilarlo todo ya que, siempre me habían gustado los hombres y esto para mí era realmente muy nuevo y sobre todo muy confuso. Yo sabia de la existencia de las personas homosexuales por aquel entonces pero lo veía muy lejano. ¿Y si ella no estaba sintiendo lo mismo que yo? ¿Y si por culpa de lo que pasó por la noche no me volvía a hablar nunca más? ¿Y si solo me estoy confundiendo y le hago daño? Demasiadas preguntas sin respuesta rondaban mi cabeza.
