Capitulo 1: La flor de la felicidad

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Es el año 2180 en la tierra pero hace 20 años un planeta llamado Neo-Terra fue colonizado por los humanos en busca de una sustancia única que abunda por todas partes de este planeta que fue bautizada como Neutranio, la cual al entrar en contacto con la atmósfera terrestre elimina en un 96% de los contaminantes en esta y de la misma manera disuelve los tóxicos en el agua, el descubrimiento se le atribuye a la ya fallecida científica y detective Mary Dawin en el año 2092 en su primer expedición a A-Mert y posteriormente el descubrimiento de Neo en 2114, tras esto la humanidad ah apostado su supervivencia entera a el Neutranio con lo cual tratan de reparar todos los daños causados a la tierra por lo que se enviaron varios cruceros de combate y de pasajeros a Neo en donde colonizarían y si es necesario pelearían por el recurso que se encuentra hasta en el aire de este planeta en pequeñas cantidades.

Cuando la humanidad al fin se estableció en el planeta la población presencio por ves primera un eclipse solar que obscurecería por completo al planeta, al ser cubierto por un planeta de casi la misma envergadura que el sol mismo y que hasta ahora nunca nadie en Neo había presenciado por lo que fue un espectáculo maravilloso que duro casi 1 mes Neos que equivalen a 30 semanas terrestre y durante todo este tiempo 2 científicos de renombre notaron que en la superficie de Neo existía algo que producía luz y de gran intensidad y alcanza al grado de marcar el horizonte con una brillante luz blanca, los científicos antes mencionados eran conocidos como Luisa Heldenstein, mujer de 31 años rubia, con cabello corto, de ojos azules, cara fina, delgada con medidas decentes, alta y comúnmente vestida con lo primero que encuentra aunque acostumbra siempre usar blusas de color pastel y pantalones cortos obscuros con sus amadas botas de viaje y Marco Domingues, un hombre alto de 42 años con un cabello negro corto con algunas que otras canas, ojos obscuros, algunas arrugas en sus ojos y mejillas, una barba de candado y un cuerpo bastante ejercitado, que a pesar de ser un científico, prefiere vestir su uniforme de soldado pero su chamarra es cambiada por una chamarra de piel negra y unos lentes de aviador ademas de un sombrero vaquero, y los acompañan sus ayudantes Mario Pendragon, joven estudiante de 19 años castaño obscuro, largo y enchinado, ojos negros y un pequeño mostacho, delgado y que usualmente viste su bata de laboratorio y usa vaqueros y playeras negras, y Marina Smith joven estudiante de 16 años, cabello negro con un peinado sujetado con una cola de caballo y fleco cuadrado, ojos color gris claro, cara redonda, cuerpo delgado y que comúnmente viste vaqueros, tenis, blusa y una sudadera con adornos en las gorras, tras arreglarse y preparar la nave orbital de Marco partieron de inmediato en dirección de la luz de horizonte que iluminaba la superficie Neos.

Mientras se encontraban en la nave la Dra. Heldenstein de inmediato y casi por instinto se emociono demasiado por lo que podría encontrar en ese lugar, por lo que no paso ni un minuto y comenzó a charlar con Marina su joven aprendiz.

-Hey Marina, alguna vez has pensado en recibir algún premio o reconocimiento por tus esfuerzos científicos?- Le decía Luisa con mucha energía.

-Eh?... N-no realmente, pero creo que debería ser algo muy emocionante.- Respondió Marina con algo de miedo a responder de manera incorrecta.

-Así es! es demasiado emocionante y prestigioso así que vete dando una idea de como reaccionaras, ya sabes lo que dicen, la primera impresión es lo que cuenta, y no querrás ser la única científica en la historia que se desmaye en su premiación verdad?- Le dijo Luisa de forma burlona.

-S-solo fue una vez! Y n-no era necesario decirlo así de despreocupada siendo que era un secreto entre nosotras!- Respondió Marina bastante avergonzada de las palabras de su superior.

-Te desmayaste en una presentación?- Pregunto imprudentemente Mario acompañado de una risa corta.

Marina no respondió si no hasta que se armo de valor, pero antes de que siquiera pudiera decir alguna palabra la interrumpió Marco diciendo -Cuidado de quien te burlas chico amarillo- seguido de una risa muda.

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