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Guillermo                        9:00 am

Era una nublada mañana en Barcelona , como de costumbre desperté en los cálidos brazos de Samuel.

~Buenos días~ le sonreí

~No son buenos~ me miró sin hacer gesto alguno

~¿Por qué?~ agaché la mirada para ver su marcado abdomen

~Son excelentes porque estas tu a mi lado chiqui ~ Sonrió 

~Es que eres tonto~ reí y le di un suave beso en la comisura de sus labios

~Pero así me amas mi niño~ se posicionó arriba de mi sin lastimarme

~Heee! ¿qué haces!?~ lo miré a los ojos

~Nada , nada~ comenzó a devorar mi cuello con sus dulces besos húmedos

~Sam..~ dije con un hilo de voz

~No te resistas amor~ siguió con lo suyo

~H-o Hoy no..~ me sonrojé

~¿Por qué?~ me miró extraño

~Solo no quiero..~ bajé la mirada

~Ok, te veré en la cocina~ y se bajó de mi sin decir otra palabra, ni siquiera un "Te amo".

Me levanté y fui hacía el baño, me lavé la cara y los dientes , me vi un rato en el espejo.

¿Cómo es que Samuel se enamoró de mi? Es que joder soy muy feo...

Salí del baño y fui a la cocina, me dirigí a la nevera sin ni siquiera ver a Samuel quien se encontraba cocinando.

~Chiqui...~ seguí viendo la nevera buscando algún jugo

~¿Qué pasa Sam?~  le contesté sin   conectarme con sus hermosos ojos cafés

~Verás... Te he notado muy extraño, casi nunca quieres que te toque, ya ni siquiera quieres que lo hagamos ¿Que pasa?, ¿cuando perdimos la comunicación entre nosotros? Además ayer cuando estaba dándome una ducha miré que en tu ropa había marcas de labial ~ me  quedé helado con su comentario
~ ¿A caso me engañas Guillermo?~ no dije palabra alguna.

Caminé hasta él y lo miré a los ojos

~Solo quiero que te quede claro que yo no te engaño, Samuel~
Le dije sin hacer gesto alguno.

El desvío la mirada

~Perdón por dudar de ti amor~ me besó y al instante hizo que subiera mis pies rodeando su cintura.

~No es por arruinar el momento pero tengo hambre amor~ reí

~Vale vale, el almuerzo está listo~ me besó y yo lo seguí.

El almuerzo transcurrió muy bien, uno que otro coqueteo de parte de Samuel y varios sonrojos de mi parte, ya eran las 2:59 de la tarde, hora en la que Samuel se iba al trabajo.

~Adiós mi cielo~ le acomodé la corbata y le di un corto beso

~Adiós corazón, nos vemos mas tarde cariño~ me abrazó y se fue.

Me quedé un poco en la puerta a mirar su coche desaparecer, fui hasta la sala , busqué el móvil y llame.

~Cristi, mi amor, ya se ha ido, te espero como acordamos cariño, no tardes~ cerré los ojos y pensé en ella

~De acuerdo guille, te tengo una sorpresa mi amor, allá nos vemos, besos~ Sonreí al escuchar lo último, colgué y me dispuse a arreglar la habitación, después de unos minutos escuché el timbre de la puerta, fui corriendo hasta ella.

NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora