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(El cielo)

Un lugar de tranquilidad y de un tono blanco en su totalidad, con un resplandor que acompaña en cualquier parte. Se escuchan delicados cantos de los alegres querubines por todo el lugar. Siete cuerpos alineados con majestuosas alas se observan, 6 de ellos con una túnica de diferente color, se mantenían suspendidos gracias a que estaban cada uno sobre lo que parecía una nube. Eran los celestiales.

Tres ángeles enviados a la tierra desde hace dos años llegaron y se presentaron ante ellos.

- Hemos escuchado que Zazel ha matado a dos caídos.- hablo el celestial que se encontraba en medio, vestía como un soldado centurión y llevaba una brillante espada amarrada a su cadera.- para salvar a la bruja.- los tres ángeles asintieron.

- Solo ha matado a uno para protegerla a ella, al otro lo mato por petición del caído.- todos los celestiales fijaron su mirada en el ángel más joven de los tres.

- Lo sabemos.- dijo el celestial de la túnica en dorado, era el líder de los ángeles guardianes.- Y también sabemos que tú estabas ahí cuando ella estaba siendo atacada y no cuidando a la persona que te encargue.

- Eso ha sido culpa mía.- hablo el ángel que le seguía en edad.- al enterarnos de la situación yo lo incite a que acompañara a Zazel y se cerciorará de que Megan estuviera a salvo.

- Pero ya no nos corresponde a nosotros cuidarla a ella.- de nuevo hablo el celestial.

- Creo que aún nos corresponde.- dijo el celestial de túnica verde que llevaba un largo bastón.- aun no es completamente una bruja y nos ha ayudado a neutralizar de alguna manera a Zazel, es por eso que yo estuve de acuerdo en que se le curaran las heridas que el caído le provoco. 

- Eso es verdad, ella a detenido la misión de Zazel, cual sea esta.- hablo el celestial de túnica rosa pastel, tenía un hermoso resplandor en la parte donde se encuentra el corazón.- creo que debemos cuidarla también, aunque sea por el tiempo que siga siendo humana, yo creo que nuestro padre aprobaría esto.

- Yo también creo que lo aprobaría.- hablo el celestial de túnica blanca quien sostenía un lirio.- pero puedo preguntárselo y hacerles saber su mensaje.- se dirigió a los tres ángeles, estos asintieron.

- Entonces la cuidaremos.- volvió hablar el celestial de en medio. Todos asintieron

- ¿Qué pasara cuando el padre de Zazel se entere de lo que ha hecho?- pregunto el celestial de túnica morada.

- Seguramente Zazel le mentira acerca de los motivos, sabemos que la mentira es una de las mejores armas de los demonios, tal vez después mandara a sus otros hijos a que cumplan la misión que les entrego.- hablo el celestial de túnica amarilla, que llevaba igual una espada amarrada en la cadera y un libro en la mano.-pero si su padre se entera de lo que realmente paso, las consecuencias que tenga Zazel no nos corresponden, a nosotros nos interesa lo que le hagan a los humanos. Así que estaremos preparados para cualquier movimiento que estos demonios tengan en mente.

- Necesitamos saber con exactitud cual fue la misión entregada a Zazel y al ver que eres el más cercano a Megan tendrás que averiguarlo.- esto iba dirigido al menor de los ángeles.

- Averiguare todo lo que pueda.- asintió contestando.

- Pueden retirarse.- los tres ángeles asintieron.

- ¡Espera!.- dijo el celestial de túnica dorada, cuando los tres ángeles se voltearon para retirarse, se acercó a los tres.- necesito hablar con él, pueden retirarse ustedes.- les dijo al menor y al mayor de los ángeles, asintieron y se retiraron. Decidió alejarse un poco más de los ojos y oídos de los demás celestiales.- he visto lo que ha pasado con....- la cara de sorpresa por parte del ángel no se hizo esperar estaba a punto de decir algo.- no hables, eso no es el comportamiento que esperamos de un ángel, así que mantente al margen, si no quieres que mandemos a otro en tu lugar o peor aún, que tus alas tomen un tono negro. ¿Entendido?- el ángel solo asintió.- creeré en ti, puedes irte.- el ángel se retiró pero estaba molesto por las palabras que había escuchado. El celestial regreso con los demás.

- ¿Hay algún problema?- pregunto el celestial vestido de centurión

- Nada de lo que debamos preocuparnos.- contesto. El celestial asintió y se dirigió a todos.

- Hermanos debemos impedir a toda costa una guerra, pero si llegáramos a fallar estaremos preparados.- los celestiales asintieron, sabían lo que significaba y que en esta ocasión no solo se necesitaría a los ejércitos de ángeles, pero antes de pensar en una guerra querían impedirla a toda costa, tenían la esperanza de que Megan, una simple humana, que estaba en proceso de convertirse en bruja los ayudara, ninguno de ellos comprendía de donde venía el poder que ella tenía sobre Zazel y como él siendo un demonio cedía ante este, parando inclusive la misión que tenía,.

El equilibrio de la humanidad, del bien sobre el mal y del futuro por primera vez no estaba en sus manos sino en las de Megan y esto no los tenía tan tranquilos, en cualquier momento todo podía cambiar.

EncrucijadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora