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No se empeñó en mirar la dirección donde ambos se fueron corriendo dada la circunstancia de que la vida del menor corría un inmenso peligro.

Simplemente, para no dejarse caer ante los sentimientos humanos de tristeza y alegría, decidió entretenerse teniendo en mente la misión que él mismo propuso para salvar a su respectiva pareja y de pasada a los inocentes ciudadanos que fueron obligados a ejercer su presencia junto a los templarios de la iglesia.

Expulsó de su garganta un fuerte alarido hasta sentir su garganta y cuerdas vocales arder y desgarrarse en el apogeo de la situación, que sabía, no sería efímera. Tenía en mente que, trataría, haría que durase unos minutos o una hora para luego huir por medio de una bomba de humo.

Corrió en dirección al galeno* que luchaba contra la guardia templaria, ya que al parecer este y el mercenario* estaban teniendo problemas con los brutos*, llegándoles desde atrás y metiendo sus cuchillas ocultas -que tenía una en cada extremidad superior- detrás de sus cabezas, estas traspasaron la armadura de la zona al igual que su cráneo, clavándolas en su cerebro, una parte vital del ser humano, cuya finalidad era producirle la muerte con una hemorragia cerebral. Después de todo lo que realmente le importaba era herirlos o matarlos... mientras sean ellos los malos.

—Gracias, amigo —NamJoon dijo rápidamente una vez el fornido cuerpo del enemigo cayó por manos de Suga.

—Ni lo menciones —soltó una bocanada de aire y miró al mercenario quien también le regaló una sonrisa de agradecimiento. Los brutos normalmente solían tener hachas o armas largas en sus manos, sumando también sus armaduras de cuerpo completo, era más fácil el vencerlos en un combate a puños para un mejor contraataque—. Vayan a ayudar a Jin, tiene un grupo de ágiles* rodeándole con martillos y mazos —los dos chicos asintieron en respuesta lo que el de piel más blanca les dijo.

Al voltear, se encontró con Lee SeokMin, un vicario*, saqueando los bolsillos de manera desesperada a quien se supone es su mentor. Con una expresión de máxima decepción, mientras movía su cabeza de forma negativa al visualizar tal traición, y a paso rápido llegó hacia quien era apodado Dokyeom, este dándose cuenta de que alguien iba en su dirección, intentó separarse del cuerpo sin vida del suelo, sin embargo aquel intento de huida de vio interrumpido cuando Yoongi, con sus amadas cuchillas, metió ambas en los globos oculares del vicario; mismo que soltó un grito plañidero, cayendo de rodillas al piso ya sin el increíble sentido de la visión, caería inconsciente por el dolor ocasionado quizá en cuestión de minutos.

—¡Guardias! ¡Más guardias! —grita uno de los brutos al notar que eran vencidos e iban cayendo rápidamente, mas su llamado se vio interrumpido cuando un cuchillo, arrojado por Tae, era clavado en su cuello.

Un círculo de guardias circulaban por el lugar, no eran muchos, solamente cuatro, pero escucharon el llamado y al llegar se encontraron con una escena horrible; sangre por todos lados, varios de ellos en el suelo retorciéndose de dolor junto con los cuerpos inertes, también observaron en vivo y en directo la ejecución de sus tropas... Dos de los recién llegados salieron huyendo a sabiendas que no saldrían respirando de tal matanza. Por otro lado, los que sí se quedaron estaban dispuestos a dar pelea, confiaban en que acabarían con ellos, hasta sacaron de sus fundas sus espadas dispuestos a dar un combate.

Sus acciones se vieron interrumpidas cuando uno de los hombres cayó de cara al árido piso con una flecha larga incrustada en su cabeza, la misma traspasaba la cabeza del hombre caído.

—D-debo buscar refuerzos... —se planteó el hombre antes de salir corriendo intentando que la muerte no se cruzara en su camino.

Jin respiraba totalmente errático por el cansancio, se apartó un poco para calmar su respiración y descansar unos míseros segundos, pero aún estaba en una zona visible. No contaba con que un guardia que sostenía un temible martillo iba a atacarle desde atrás, con un golpe tan fuerte haciendo que cayese directo al suelo. El estruendo que causó no pasó desapercibido.

 殺人。 «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora