Inspirado en la canción 'Miss you ' de Eric Nam.
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'Los nuevos idols del momento, BTS, gracias a su indiscutible éxito abarcan el gran viaje que supone una gira mundial. Después de haber ganado numerosos premios de gran renombre...'
No puedes soportarlo más y apagas la tele. Te ríes de ti misma. ¿Cómo pudiste pensar siquiera una vez, que él de verdad te quiso alguna vez?
Te sientes herida y tonta.
Todos a tu alrededor se dan cuenta de tu sufrimiento, que aun no siendo físico, era psicológico.
Erais todo lo que soñabas: una pareja feliz, sin aparente preocupación e ilusionados por el futuro.
Tomas otro trago de la botella de vodka que llevas en las manos.
Has pasado todo el día encerrada en tu cuarto. Agradecías que todos te diesen tu espacio para pensar, para recomponerte, para entenderle. Y si se puede, superarle, por que olvidarle... nunca podrías olvidarte de él. No puedes, cuando es todo lo que te rodea, todo lo que te hace feliz. O lo hacía en gran parte.
Otro trago.
Ya no te ardía la garganta. Ni el corazón.
Te vuelves a poner los auriculares, conectados a tu teléfono. Presionas la carpeta de música, y buscas su carpeta. La carpeta con todas las canciones que una vez te canto. Cuando el marcador del volumen no puede marcar una intensidad mayor, paras de presionar el botón. Y le das al signo del play.
Su voz te inunda. Te llena todas la grietas y abismos que aparecieron cuando te derrumbaste por dentro, como la lluvia torrencial que arrasa con todo. Y empezaste a llorar, como si el corazón en vez de bombear sangre bombease lágrimas.
No podías entenderlo. ¿Por qué él? ¿Por qué tuviste que enamorarte de él?
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Después de acabarte la botella, de haberte dormido entre lágrimas y despertado con la resaca de tu vida, has decidido que ya has pataleado lo suficiente. Que es hora de cerrar el capítulo.
Te levantas de la cama como puedes. Caminas hacia el baño y te duchas lo más rápido posible, para poder ir a desayunar y a tomarte una pastilla para el dolor de cabeza.
No hay nadie en casa, y de alguna forma te alegra por ello: has conseguido evitar todas esas miradas de lástima que te dirigen desde que te rompieron el corazón. Sabías que no era su intención, pero también sabias cuanto había trabajado y sacrificado para estar donde estaba. Y tú no eras nadie para echar todo su esfuerzo por la borda todo aquello. Tu no eras nadie para pararle y que después te culpase de todo lo que había perdido.
Tu eres su novia.
Eras su novia.
Tus ojos se vuelven a aguar. Y no puedes culpar a nadie, más que a ti. Porque fue tu decisión. Tu riesgo. Y el precio a pagar ha sido demasiado alto para ti y para él.
Desayunas sin ganas, y al terminar lo recoges todo. Hoy es tu día libre en el trabajo, y lo único que te apetece es quedarte en el sofá, con la manta y comiendo chocolate mientras en la televisión dan algún programa que no vas a ver.
Las horas pasan sin darte cuenta. Ya es de noche. Has cenado con tu familia, y habéis hablado a cerca de lo que habéis hecho durante el día, lo que se resume a nada. Todos ríen, incluso tú. No puedes pasar más tiempo sufriendo por algo que ya no tiene remedio, y parece que estás asimilando la situación.
Esa noche, después de tanto tiempo, te duermes con una sonrisa en los labios.
Unos meses después. Diciembre.
Cierras la puerta de tu casa a carcajadas. Tu hermana y tú dejáis las compras encima de la encimera de la cocina y lo ponéis todo en su sitio. Os estás esperando para cenar. Después de cenar todos juntos, y echaros unas risas, vuestros padres y abuelos se van a la cama. Limpiáis todos los platos y al dejarlo todo bien limpio y recogido os tumbáis en el sofá a ver los premios de música.
Y te das cuenta junto tu hermana de que ellos están en los premios. Notas que te miran con preocupación y con la intención de cambiar. Antes de que lo haga niegas con la cabeza.
-No lo cambies, déjalo.
Ella te mira preocupada, pero deja el mando donde estaba y seguís disfrutado de los premios.
Hasta que BTS gana un daesang. Su discurso empieza, y te emocionas. Todos los miembros lloran y le ves ahí parado, abrazando a todos, mientras lágrimas resbalan por sus preciosas mejillas. Te falta poco para que tú también empieces a llorar. Pero entonces se corta la luz de la casa. Las dos gritáis del susto, y decidís que arreglarlo será problema de mañana.
Os deseáis buenas noches y entráis a vuestros respectivos cuartos.
Estás tumbada en tu cama, con su número en la pantalla de teléfono. No te parece correcto llamarlo a estas horas, ni te parece correcto que le llames después de lo que le hiciste. Pero... Pero parecía tan triste, ha tenido que pasar por tanto ese último año... Te sientes destrozada. Le dejaste cuando más te necesitaba. Cuando más os necesitabais.
Y cuando menos te lo esperas, él acaba llamando. Dejas que tu silenciado tono de llamada siga. No sabes si atender o no.
Tu pulso va a mil cuando al final descuelgas.
No se oye nada al otro lado de la línea.
-¿Sí?- susurras con miedo y nerviosismo.
Al otro lado alguien rompe en llanto.
-Dios mío Jimin, ¿eres tú? No llores por favor...- tu voz se quiebra.
Pasan los minutos y los dos lloráis, mientras tu intentas calmarle diciéndole cosas bonitas. Un tiempo después solo le escuchas sorberse los mocos.
-Usa pañuelos, que después se te taponaran los agujeros de la nariz- bromeas, para aligerar el ambiente.
Y pareces conseguirlo porque escuchas una pequeña risa, del otro lado de la línea.
-Yo... l-lo siento, no de-debí llamarte a-a-a estas horas de la no-noche, tienes traba-bajo mañana y-y-y...
-Tranquilo Minnie, no pasa nada. Sabes que estoy aquí para lo que necesites, ¿verdad?- sonríes triste.
Silencio.
-Te echo de menos. No sabes cuánto echo de menos ____- y vuelve a llorar. Volvéis a llorar los dos.
-Lo siento mucho Minnie, yo también te echo muchísimo de menos... yo-yo no...yo...
Y rompes en llanto.
-Te quiero, y no sé cómo puede ser capaz d dejarte ir, pe-pero... tu carrera es mu-mucho más importante que-que... todo lo que yo puedo...
-No acabes esa frase ____, no lo hagas por favor, no te hagas tanto daño de nuevo.
Sigues llorando mientras es él el que te susurra desde el otro lado del teléfono.
-Vuelve a casa, Jimin. Te amo y te echo de menos. Entenderé si ya tienes a otra persona, si no quieres...- tu voz se vuelve a romper.
-Volveré a casa, _____- susurra, con la voz entrecortada todavía- volveré a ti.
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N/A:
¡Feliz año nuevo!
¡Gracias por no perder la esperanza en esta historia!
srtawiseong
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Imaginas de BTS
FanfictionImaginas de BTS creados por mí. ¡Espero que los disfrutéis!