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×El no último de muchos "Sabados por la noche".

Recuerdo aquella noche donde el destino quiso que las palabras sobraran; mi cabeza daba vueltas, no podía mantenerme en pie, la desconocida contando su historia y el mirando la forma en como me aferraba a aquel poste...
En un momento a solas nuestras manos se tocaron, esperó que no notará mis mejillas coloradas; no sentía vergüenza, no era consiente de mi, y la adrenalina subió cuando el héroe nos vio pero aun así no se acercó.
Ví esa sonrisa, caos era su significado; la desconocida me aleja por una orden suya ¿tal vez quería protegerme?

Miradas acusadoras es lo que encuentro, llamadas asfixiantes durante el resto de la noche; aquí se acaba el romance, somos dos entes demasiado diferentes; la morena se enoja, la fruta se preocupa, la desconocida se va, pues estaba tan mareada como yo.
No ha salido el sol cuando las lágrimas se apoderan de nuestros ojos, ella porque la lastimo con mi silencio y yo porque aun así seguí callada.

"Eres digna de mí", son las palabras que me reconfortan, pero el héroe las destruye y la idiota se lo permite. Lucho contra mis principios y me niego poniendo excusas cobardes, creo que así puedo tenerlo todo, que gran equivocación.
El primero se termina, el segundo se desliga.

"Te necesito, por favor, ven conmigo"... Se aferra al sentimiento.
"No es mi culpa ser de esta forma"...  Villano hasta la muerte.
El lobo solitario no sabe lo que significa para mi; el niño chiquito no valoro hasta que la perdió.
Pero la adrenalina sube de nuevo, porque la historia comienza donde deje la conciencia.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora