Capítulo cinco.

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Hola, creo que ha pasado un mes y les debo una disculpa, jajajaja. Pero me emocione con un par de drabbles que escribí "Amortentia", un mundo alterno de magia y hechicería, jajajaja. Pero en fin, les dejo el último capítulo ;)

Enjoy.

Gracias Midori por ayudarme con la limpieza y redacción de este fic.

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On fire.

Capítulo cinco.


Su madre le había ordenado ir con Kakashi, su tío. Era un famoso médico de una institución muy respetada, Sasuke había contado con el lujo de una cita por ser familia, sin embargo, no podía dejar de sentirse incomodo; a pesar que en ese mes había estado visitando varios consultorios para encontrar el virus, infección o cualquier cosa que lo tuviera en tan mal estado. Los vómitos se detuvieron con las pastillas que su hermano le consiguió, pero los mareos y agruras seguían ahí, ¡era como una maldición! Cerró los ojos pensando en lo patético que se escuchaba la frase, no es como si alguien lo estuviera castigando por los errores que en una vida pasada hubiera hecho.

—¿Es usted paciente de Hatake? — preguntó una rubia mujer de grandes pechos, ella estaba vestida con una bata blanca, dedujo que sería una doctora más del hospital. Él simplemente asintió escuchando como la mujer suspiraba amargamente. — El doctor tuvo un contratiempo y no podrá llegar, con gusto lo atenderé yo. Acompáñeme...

El azabache chasqueó la lengua, molesto, ¿para qué jodidos estaba ahí si el imbécil de su tío no lo atendería? Estaba seguro que Mikoto lo haría regresar después para que le diera una segunda opinión. Estuvo tentado a rechazar la oferta de la fémina, pero pensó en que no estaría mal tener otras conclusiones de su padecimiento. Entraron a otro consultorio donde podía mirar claramente el nombre de ella más su especialidad, frunció el ceño sin siquiera proponérselo.

—Tome asiento — le ordenó sin prestarle mucha atención, se sentó detrás de su escritorio mientras abría cesión en la computadora. Debía hacer registro de la consulta. — ¿Cuál es su nombre? — cuestionó tecleando sin voltear a verlo.

—Uchiha, Sasuke — soltó sacando el celular de su pantalón. Tenía varias llamadas perdidas de su rubia obsesión, varios mensajes donde le aseguraba su muerte y un mensaje de su madre preguntando si había asistido a la cita.

Tsunade sonrió sin poder creer la suerte que tenía en ese momento, el destino por fin le estaba sonriendo a su favor. Cuando el moreno se giró a mirarla, está ya había escondido su malicia a la perfección ¡Le iba a pasar factura a ese bastardo!, ¡Nadie embarazaba a un Namikaze sin su consentimiento! Tomó una pequeña libreta mostrando un falso interés por él.

—Me podría decir cuáles son sus síntomas.

—Ascos, mareos, vómitos... —recitó sin mucho ánimo. — Estuvo tomando unas pastillas que logran controlarme los vómitos, pero lo demás es más frecuente por las mañanas.

—¿Desde cuándo tiene estos síntomas?

—Hace más de un mes.

—¿Cuál es el nombre del medicamento que estuvo tomando?

Promethazine — soltó sin más, si realmente hubiera estado prestando atención hubiera observado como la rubia casi se caía de la risa, lo había disimulado con una tos muy fingida, pero el azabache tenía otro pendiente en el celular como cuestionarse sobre su comportamiento.

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