Hace frío esta noche.
He estado viendo la cajita mágica llamada televisión por un buen rato, mientras la misma pregunta vuelve a asaltarme la mente.
«¿A qué hora volverán mis padres?»
Ya pasa de media noche, y aunque es su aniversario, no pueden dejarme sola todo el día, ¿verdad?
Ah, no puedo creer que ahora que tengo diecisiete sigo teniendo miedo de estar sola en casa.
Suspiro y apago el televisor, ni siquiera hay algo interesante, tomo mi celular con el propósito de vagar en internet como suelo hacer siempre.
Unos minutos después, cierta sensación me incomoda, me siento observada y es inquietante. Aparto la vista de mi teléfono celular y volteo a mi alrededor, principalmente a las ventanas, no vaya a ser que algún pervertido esté observándome por ahí.
Solo pensarlo me provoca escalofríos, siempre he sido muy miedosa.
Algo insegura me levanto del sofá caminando a la ventana a mi derecha, primero me aseguro que está cerrada, y al ser así, me tranquilizo un poco. Me dispongo a cerrar las cortinas pero algo en el exterior llama mi atención.
Un chico.
Va vestido con un suéter blanco, y su cabello está demasiado largo. Tal ves es una chica, pero, ¿qué hace una chica afuera a tal hora, y con tan poca iluminación en la calle? ¿Estará perdida?
Podría ir a ayudarla..., pero podría ser una trampa, ella no parece alguien perdida. Cierro las cortinas y vuelvo a sentarme en el sofá. El sentimiento inquietante aún no desaparecía y algo me obligaba a saber qué hacía y quién era esa chica de fuera. Una vez más me levanté y caminé a la ventana, corriendo la cortina lentamente.
Di un brinco hacia tras, la chica que estaba cruzando la calle ahora estaba al lado de mi casa, pude ver que su piel era demasiado blanca.
¿Debería llamar a la policía? ¿A mis padres? ¿Qué debo hacer?
Ya sé, voy a confrontarla. Sí, así se asustará y se irá.
Me dirijo a la puerta principal vistiendo arrogancia falsa, me detengo frente a esta y me aproximo a tomar el pomo de la puerta, pero me congelo en mi lugar cuando alguien por fuera intenta abrirla. Inmediatamente y por mero reflejo le pongo el seguro.
Corro al sofá solo para tomar mi celular y luego huyó escaleras arriba, encerrándome en mi habitación.
Ventanas y puertas de mi cuarto bloqueadas. Con mi celular en mis temblorosas manos llamo a la policía.
—911, ¿cuál es su emergencia?— dice una voz femenina en la línea.
—¡Alguien está intentando entrar a mi casa...!— intento no elevar la voz.
—¿Está sola?— asiento, luego me voy cuenta de la tontería que hice.
—Sí, estoy sola. Mis padres han salido.— respondo y empiezo a morderme el interior de la mejilla, por los nervios y el miedo.
El ruido de un vidrio rompiéndose me hace chillar.
—¿Señorita, qué sucedió?
—¡Creo que rompió mi ventana!— las lágrimas que comenzaron a acumularse en mis ojos hacían todo borroso.
—Mantenga la calma y dígame su dirección. ¿Usted se dónde se encuentra?— dice la señora a través del teléfono.
Le doy rápidamente mi dirección y respondo:
—Es-Estoy encerrada en mi habitación.— las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas compitiendo para ver cual llega a caer antes.
Se escuchan sonidos en la cocina, como si alguien fuera tirando todo a su paso, esto me hizo pegar un respingo.
—Quédese conmigo, ¿qué está escuchando?— extrañamente la voz de la mujer me tranquiliza un poco, pero el miedo me está consumiendo.
—C-creo que está en la cocina, está tirando todo.— seguidamente me pregunta si las entradas a la habitación donde estoy están bloqueadas, respondo que sí.
—Muy bien, tranquilícese, las autoridades ya van para allá.
—Gracias...— es lo único que logro emitir con mi temblorosa voz.
Los minutos pasan en un tortuoso silencio, ¿se habrá ido ya? Espero que sí, pero no pienso abrir la puerta para averiguarlo. Me quedo en la línea con la mujer y le digo que no escucho nada.
—Es probable que el criminal haya decidido irse.— me dice y mi corazón late un poco menos rápido al sentir alivio de cierta forma.
Alivio que es remplazado por terror inmediatamente.
Unos fuertes golpes en la puerta comienzan a sonar. En mi puerta.
—¡Está aquí!— grito en total pánico.
¡¿Dónde están las autoridades?!
—Ya casi estamos allá, resista.— la mujer de la línea eleva un poco la voz.
Mi respiración se entrecorta, las lágrimas descienden cada vez más rápido y mi cuerpo no deja de temblar.
Los golpes se detienen.
Y la puerta se abre.
Ahí lo vi.
Un rostro totalmente blanco, sin párpados y una sonrisa permanente. Es horrible. Me quedo congelada en mi lugar, el único movimiento que puedo hacer es temblar, y el tembleque se hace incluso más violento cuando veo el cuchillo en su mano.
Va a matarme.
—Está aquí...— murmuro antes de dejar caer el celular.
Lo escucho soltar una carcajada que me pone cada pelo de punta, con tan solo eso pude escuchar lo rasposa que su voz es. Se acerca a mí y dejo de respirar.
Estoy tan asustada.
Acerca el oxidado cuchillo a mi mejilla y hace un ligero corte en esta mientras yo hago lo posible para no mirar sus ojos. Esos horribles ojos azules.
Suelto un chillido como si de un pequeño ratón indefenso se tratase.
Y luego todo se detiene.
El cuchillo en mi abdomen, la sangre, las lágrimas, el dolor, todo lo que sucede en unos cortos segundos se siente tan largo como años.
Voy a morir aquí. Estoy muriendo aquí.
Mi visión se vuelve borrosa y caigo al suelo, escucho la voz de la mujer a través del teléfono pero no distingo sus palabras.
Los pasos de mi asesino se alejan y suelto un último suspiro.
Entonces todo se tornó negro.
[...]
Una chica de tan solo diecisiete años de edad fue encontrada a medio morir en el piso de su habitación por las autoridades. Según nos informaron, la joven llamó al 911 diciendo que alguien había entrado en su casa, para cuando la ambulancia estaba por llegar al hospital... lamentablemente la chica había perdido la vida.
Se sospecha que el asesino fue el nombrado "Jeff The Killer", por el escrito que se encontró el la pared del cuarto de _____, la jovencita, que decía "Go to sleep".
Se está haciendo todo lo posible para atrapar a este asesino pero por ahora envíanos todo nuestro apoyo a la familia de la joven.
Se emite una alerta para todos los ciudadanos.
