01. -Café Cargado-

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Miré el número una y otra vez ¿Como es que me estaba pasando eso? ¿Acaso Dios existía y me estaba dando un regalo? Porque si ese es el caso me hago monja ahora mismo.

No, debía dejar de pensar bobadas y llamar al número escrito tan hermosamente en el cartón del vaso. Tragué grueso y suspiré mientras marcaba los dígitos en mi teclado y acto seguido me ponía el auricular en la oreja

Un pitido.... Dos pitidos... Tres pitidos...

¿Sí?– Dijo la persona cuya voz pronto se convertiría en el sonido más hermoso del mundo para mi.

Soy... Yo...–Respondí casi sin pestañear de la emoción.– La chica a la que le diste tu número en la cafetería.

¡Oh! La chica tomate.– Noté como sonreía tras el auricular.– Tu nombre era Ana ¿Cierto?

Asentí. –Sí, y el tuyo era Umi...–Genial, ahora ella pensaría que era una loca obsesionada con ella.– ¡Quiero decir! Lo leí en tu delantal...– Dije intentando arreglar lo ya roto. Ella solo rió, dios, su risa era música de los Ángeles.

–Bueno, Ana... Te llamé porque de verdad me haría mucha ilusión conocerte ¿Te gustaría verte conmigo algún día?

En ese momento yo ya estaba en el cielo, su tono y palabras amables me hechizaban más y más. –Me encantaría...– Logré murmurar anonadada.

Ella soltó una pequeña risa. –Salgo de trabajar a las ocho y media ¿Te veo frente a la cafetería a esa hora?–

Noté como me brillaban los ojos de la emoción que sentía.– ¡Sí! Qui-quiero decir... –me aclaré la garganta.– Claro, claro, veré si tengo mi agenda libre para esa hora.– Quise golpearme al decir eso, intentaba hacerme la interesante pero solo conseguiría cagarla.

El ángel que tenía en la otra línea solo se rió de mis ocurrencias.– De acuerdo, entonces te espero allí.– Dijo antes de un pitido que marcaba el final de la llamada.

Yo solo me dejé caer en la cama mientras tapaba mis ojos con las manos ¿De verdad acababa de pasar eso? ¿Iba a tener una cita... Bueno, no nos precipitemos, una quedada con aquella chica? No podía dejar de sonreír.

Aquella noche me quedé dormida en seguida, pensando en lo que ocurriría al siguiente día.

~~°~~

Miré mi móvil y después a la puerta del local por tercera vez.  No quería que se notara mi entusiasmo llegando mucho antes, pero tampoco me agradaba que pensase que era una tardona. En ese momento mi reloj cambió, las 8:33.

Perfecto, no muy pegado a la hora pero tampoco muy lejos de ésta. Me dirigí a la puerta del establecimiento y abrí con una pequeña sonrisa en los labios. Pero esa sonrisa desapareció al ver lo que pasaba ahí dentro.

Un hombre el doble de alto que Umi estaba parado demasiado cerca de ella, y no tenía un rostro muy amigable. Además que la de ojos negros se veía notablemente asustada, aunque esbozó un sonrisa nerviosa al verme pasar.

¿Qué está pasando aquí?– Dije con la expresión más seria que podía en ese momento, me acerqué depacio y miré a Umi– ¿Te molesta?

El tipo gruñó y se separó un poco del mostrador, mirándome a la cara– ¿Tienes algún problema? Porque puedo acabar con ese tono tuyo muy fácilmente– contestó crujiéndose los nudillos.

Yo tragué en seco, ese tipo si que daba miedo. Pero no podía dejarme mangonear por alguien como él si quería quedar bien delante de mi "cita", así que solo le miré a los ojos desafiante. O al menos es lo último que recuerdo antes de que mi visión se volviera totalmente negra.

~~❤~~

Uooo suspense (~°v°)~

Coffee Beans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora