Y lo que más duele es saber que a día de hoy ya ni hablamos, sabiendo que antes pasábamos horas juntos.
Nunca pongas sentimientos, porque puedes quedarte sin ellos. Estoy loco por ti, pero olvídame. Éramos diferentes, pero siempre estábamos juntos. Parecía como si dentro de muchos años nos seguiríamos dando la mano, siempre felices. Me dejé la piel para que lo nuestro funcionase. Puse todo mi amor. No dudaba tampoco del tuyo, aunque al final, me hiciste dudar.
Recuerdo tus palabras, tus gestos, tus caricias... recuerdo cuando me decías que no podrías fijarte en alguien que no fuera yo. Recuerdo cuando te quedabas dormida sobre mi brazo. Pero, son muchos recuerdos, cuando en realidad me gustaría más si fueran hechos. Quiero decir... me gustaría imaginarte, por ejemplo, otra vez, aquí, conmigo...
Supongo que ya es tarde para ello. Supongo que has decidido ya tu futuro. Supongo que ya me has olvidado. Pero tal vez, supongo mal. Porque al fin y al cabo, solamente una persona que no tenga sentimientos podría olvidar lo que tú y yo vivimos. Y te conozco demasiado bien, como para saber que tú los tienes.
Pero... ¿por qué ya no me lo demuestras? ¿Te gusta jugar?
Me has bloqueado. Me has bloqueado en todas las redes sociales... (WhatsApp, Instagram, Facebook...) pero... ¿acaso te piensas que también podrás bloquearme de tu corazón? Adelante, házlo. ¿También bloquearás tus recuerdos vividos conmigo? ¿No te gustaba jugar? Pues juguemos a esto. Bloquéame.
¿Te piensas que por bloquearme vas a poder olvidarme? ¿Cómo piensas engañar a tu corazón? ¿No te sientes vacía? ¿No me echas de menos?
Olvidaste que de tu vida, en realidad, no puedes bloquearme. Olvidaste, que a veces, te tropezarás conmigo. Y también olvidaste que tu corazón empezará a latir más fuerte, tu mirada cambiará el rumbo para mirarme, tus ojos se clavarán en mi, tu mente te dirá que no vengas, pero tu corazón te tentará a que lo hagas. Y cuando eso pase, ¿que harás?
¿Por qué te engañas? ¿Por qué te haces la dura? En realidad sufres tanto como yo. En realidad sabes que no eres capaz de estar sin mi. Y en realidad, también sabes que todavía te sigo queriendo. Todos los caminos llevan hacia ti, y sé que algún día volverás a ser mía. Y aunque no lo seas, me valdrá con pensar que alguna vez te quise... Pensaré lo felices que fuimos. Tal vez lo mejor sea eso. Tal vez deberíamos poner punto y final, y recordar solamente las cosas buenas que vivimos. Deberíamos dejar de hacernos daño, pero ninguno de los dos somos capaces.
Me gustaría pensar cómo seríamos cuando crezcamos. Recordar lo que vivimos. O tal vez te cases, tengas tu familia, y te olvides de mi. Pero al menos, yo tengo claro que nunca te olvidaré. A veces, me gusta muchísimo hablar con los abuelos. Son personas magníficas, personas que han podido superar los duros golpes que dan la vida. Y muchos de ellos, me hacen llorar. Les pregunto cuánto tiempo llevan juntos. Y muchos de ellos me cuentan que casi toda la vida. Antes habían otros tiempos. Es de respetar que, desde la adolescencia hasta la vejez, puedas vivir siempre al lado de la misma persona. Hoy en día somos diferentes. Pero, entre nuestros abuelos el amor nunca se va. Y aunque me faltes tú, me bastará con mirar a mis abuelos, mientras los tenga, y ver lo felices que son y la larga vida que pasaron juntos.
En realidad me encantaría a mi también conocer a una persona y vivir al lado de ella durante el resto de la vida. Esa persona podrías haber sido tú, pero decidiste bloquearme.

YOU ARE READING
Complicaciones de la vida
Teen FictionLa vida a veces es complicada. Cada instante es un ejemplo más. ¿Estás preparado para disfrutar de la lectura, para entenderla a tu manera? Adelante, te invito a leer mis historias.