Capítulo 1: Sol y Luna

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Los Reyes de Elban, Haylen y Elbano tuvieron dos preciosas joyas; dos niñas. La primera en nacer fue llamada Emily; luego de dos años nació Elisabeth.

Estas dos criaturas nacieron con algo...especial, si se le podía llamar así. Tenían unas marcas extrañas en los hombros.

Emily tenía el pelo rubio rojizo, con unos grandes y hermosos ojos azules, con una tez blanca, casi pálida, con algunas pecas. Elisabeth tenía unos grandes y hermosos ojos marrones claros, con el pelo negro  con un lunar serca de la nariz, de tez oscura. Las dos eran diferentes, pero hermosas. Aunque tenían cierto parecido.

Su padre, les había otorgado dos apodos a cada una: Sol y Luna.
Decía que Emily representaba el Sol porque generaba alegría en los días lluviosos, pero también tormentas, y Elizabeth representaba la Luna, porque iluminaba la noche y brillaba hasta en las mas oscuras penumbras.

Sus padres las querian tal y como habían nacido, estaban orgullosos, pues no había favoritismo, y las amaban con toda el alma.

Pasaron 8 años, Emily tenía 8 y Elisabeth 6. El padre de las niñas, no podía dormir esa noche, lo cual decidió salir afuera. Sentía el aire pesado, lo cual no lo dejaba tranquilo.

Esa noche, Emily tampoco podía dormir, por lo cual salió afuera. Tambien sentía el aire agitado. Adormilada, se acercó y se sentó al lado de su padre.

—Tampoco no puedes dormir pequeña —le preguntó su padre con una sonrisa, mientras le revoloteaba el cabello cariñosamente a su pequeña. Ella negó con la cabeza—. Ya veo... —suspiro él, y miro al cielo, que estaba hermosamente estrellado de estrellas y una hermosa luna llena.

—¿Tu tampoco no puedes dormir papi? —habló la pequeña con su voz angelical infantil.

—No... Escucha Emily, quiero que me prometas algo —la niña asintió atenta— quiero que cuides a tu hermana con tu vida —asintió de nuevo la niña— sabes que Elisabeth es un poco torpe, y no quiero que nada malo le pase, p¿Me lo prometes cariño? —la abrazó y le sonrió el padre a la pequeña.

—Te lo prometo papi —habló con su voz infantil y sonriente, abrazando a su padre.
El padre de la niña, sabía que algo raro andaba, y sabía lo que podría pasar.

—Debes ir a dormir cariño, mami se enojará si te ve despierta a estas horas —dijo el padre besando la frente de su hija. Ésta asintió y se despidió. Acto seguido el padre de la niña se rindió, y fue a dormir.

Habían llegado 3 amenazas al castillo. Al parecer se trataba de tres jóvenes; un Beast Night(un guerrero bestia) una Necromancer(invocador de muertos) y un ninja.
Los soldados , no tardaron en darce cuenta. Pues más de mil soldados se pusieron en guardia a la llegada intrusa de los Invasores. Pero solo una chica era presente ante mas de mil soldados del castillo. Era una chica con pelo rebelde puntiagudo azabache, ojos rojos como la sangre, vestida con un vestido por las rodillas negro con arandelas pequeñas en rojo y morado, medias largas, negras con rojo al igual que sus zapatos.
Su aura era demoniaca, tenía una sonrisa prepotente, pues para ella solo eran simples cadaveres vivientes que pronto, estarían en su colección de muertos.

—¿Quien eres? —preguntó un soldado, alzando su armadura.

—Su nueva coleccionista —Se carcajeo la chica, con una voz espeluznante, propio la de una bruja.

La chica invocó a un fantasma. Un Esqueleto de la muerte, lista para atacar. Propio de los necromancer (invocador de muertos), al fantasma se le conocía como phamton. Una especie de fantasma mágica que cumplía órdenes de su invocador y posee poderes mágicos. Y un esqueleto guerrero.

The power of jewels •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora