Mi Pequeño Dylan/ yaoi

Capitulo 25

-¿enserio no sabes a que hora va a llegar tu mamá? - pregunte al chico sentado frente a mi.

-no, siempre se le va el tiempo cuando esta con sus amigas.

el estaba viendo al suelo, raramente dirigía su vista a mi. se había cambiado de ropa, y amarrado el cabello en una coleta... casi inconscientemente clave la mirada en su perfil. 

a pesar de tener rasgos suaves, la coleta lo hace ver... sexy.

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al final su madre llego por hay de las tres de la tarde. se sorprendió al verme, pero no dijo nada, nada aparte de contarnos todo sobre la salida con una de sus amigas que al final se encontraron con otra y otra hasta llegar a ser diez personas.

cuando ya iban a dar las seis de la tarde, preparo algo para la cena. terminando me invito a quedarme. no pensé mucho. acepte.

-pu-puedes dormir en la cama... yo dormiré en el suelo.- estuve a punto de debatirle, pero no me dejo hablar -por favor... - dijo

no quise decir más, aparte cuando este dormido puedo bajar y decir que me caí mientras dormía.

a la media noche  desperté, tenia las mejillas empapadas en lagrimas. me levante con cuidado y fui al baño.

abrí la llave y me eche agua fría en el rostro. me seque con un poco de papel y regrese a la habitación. 

dylan aun estaba dormido. duerme de una manera algo extraña. tenia su teléfono en mano, de un momento a otro la pantalla se encendió, no tenia ninguno tipo de bloqueo, así que inmediatamente dejo ver una conversación. 

me volvía a costar. al principio no tenia la intención de ver que era lo que decía, pero la curiosidad me invadió, así que ladee la cabeza y leí. 

-¿porque casi no te has conectado?... 

-lo siento, he estado ocupado.

-¿tan ocupado que te tardas en contestar?

-lo siento...

-olvídalo...

-no te enojes, intentare hablar más. te lo prometo, 

nunca podría dejar de hablar contigo.

-bien... solo intenta no dejarme en visto, sabes que no me gusta.

-esta bien... mañana hablamos, adiós.

-¿como? ¿ya te vas?

-dylan...

seguían llegando los mensajes, apesar de que el ultimo había sido a las diez y media y ya eran las doce. lo dude por unos segundos, sin embargo termine tomando el pequeño aparato.

-¿ya te dormiste?

-eres la única persona que conozco que cinco segundos después de haber prometido algo ya lo esta rompiendo, pero bueno dices que has estado ocupado, así que no me voy a molestar. así que cuando despiertes y veas esto agradéceme, soy una amiga muy piadosa... 

-ya dejare de enviar mensajes, quizá el sonido de tu teléfono no te deje dormir tranquilo.

mis dedos se movieron por si solos impulsados por una ligera sensación de celos. - si deberías de dejar de enviar mensajes... el ya esta dormido.