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28 de julio.




— ¿Aún está dormido?— susurró Jos.

— Sí, está bien dormido.— respondió Alan después de asegurarse.

— Freddy, saca lo que tenemos preparado...— le ordenó y aquel niño le hizo caso.

— A la cuenta de 3 empezamos a hacer ruido.— Bryan los miró y asintieron—. 1...2...3.

— ¡Esperen!— Freddy exclamó.

— ¿Qué sucede greñitas?— su primo lo miró.

— Mi silbato se rompió.— hizo una mueca.

— ¡No seas mamon! ¿Sólo nos detienes para esto?— Jos se expresó molesto—. Agarra otra cosa.

— ¡Ay no! Yo quería el silbato.— se cruza de brazos.

— Freddy, no es momento de hacer berrinche.— Bryan lo miró—. Toma otra cosa y hagamos ruido antes de que despierte sin nuestro ruido.


Freddy suspiró y tomó la pequeña bolsa de confeti.


— ¿Listos?— dijo Jos.

— Ahora sí...a la cuenta de 3.— dijo Bryan—. 1...2...3.








Los cuatro amigos comenzaron a hacer ruido con sus cornetas, silbatos y a echar confeti en la cama de aquel pequeño que hoy 28 de julio, cumplía 6 años, hoy por fin el pequeño Alonso tendría su propia "chesta"

El pequeño despertó por el ruido con una enorme sonrisa





— ¡Feliz cumpleaños Alonsito!— Jos lo abrazó.

— ¿Es mi cumpre?— respondió feliz al abrazo.

— ¡Síii! ¿Y sabes qué significa?— Alan lo miró después de ser él quien le diera un abrazo. Alonso negó—. ¡Tendrás tu fiesta!

— ¡Yupi!— festejó.

— Wii! Tu cumple Alonso.— Freddy le aventó confeti y el pequeño rió.

— Déjame felicitarte pequitas.— dijo Bryan risueño y le dio un abrazo mientras lo cargaba.



A causa del ruido que provocaron los niños, hizo que todos los demás compañeros despertaran y felicitaran al pequeño, aunque otros...no estaban nada contentos por ser despertados por el ruido.
Más tarde las monjas llegaron para felicitarlo e informarle que sí tendría su pequeña chesta.




— Bueno niños...¿Alguien tiene algún regalo que le quiera dar a Alonso?— dijo la madre Rosa—. ¿O quieren esperarse a la fiesta?

— Yo, yo tengo un regalo para mi amigo.— sonrió Daniel y de inmediato Bryan junto a sus amigos le dieron mala cara—. ¡Felicidades Alonso!— le dio su regalo junto a un rápido abrazo.

— Yupi! regalo.— Alonso sonrió y comenzó a desenvolverlo.




Al abrirlo lo único que pudo hacer fue saltar a su cama de un grito y comenzar a llorar del susto.



Huérfanos ➽ CD9.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora