La Naturaleza de los Sueños

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  Recuerdo como dolía, así aprende un niño, aun cuando nunca fue mía, dolía.

Siempre la espero en mi casa, aun sabiendo que no sabe donde resido, siempre la espero, con el corazón hecho polvo de sueños.Su cabello rizado, oscuro e invisible en la noche, se balanceaba, saltaba, me estremecía su caminar.

Mirarla, no podía hacer más que eso, y ahora mismo, me quema no haber hecho cosa alguna más, que patético. Era frustrante, recuerdo cada mínimo detalle de su piel, de cada día, era inconfundible su aroma, único, como ningún otro en la tierra.

Cuando la observaba, cuando nuestros ojos se fijaban, chocaban, todo lo que se interponía dejaba de existir, podía ver dentro de ella, se filtraban pequeños trazos de deseos. Fue imposible, tantos intentos fallidos por desaparecer su presencia de mi mente, todo en vano. 

Mi mano, una y otra vez, limpiaba el espejo, me miraba, intentaba descifrarme a mí mismo, y así, para poder descifrar a esa mujer. Era inconcebible, en otras circunstancias, muy posiblemente, no prestaría la misma atención. No eran cosas que normalmente me pasaran, vivía, antes de ella, sin limitar mi vista más allá de los sueños, luego que ovaciono en mi mente, mis sueños parecían tener vida, y yo, me sentí ignorante ante la naturaleza de los sueños.

Recuerdo verla pasar con esos zapatos elegantes y cómodos, casi podía detener el tiempo unos segundos con cada paso. Hay cosas en los seres humanos que siempre me han llamado la atención, una de ellas es su conducta, en diferentes circunstancias, su actuación difiere, naturalmente. Yo me quemaba, giraba para ver hacia otro lugar, distracción. Era probablemente un sistema complejo, activándose instintivamente, automático. ¿Por qué será? Cuantas veces actuamos así, ¿será por la necesidad de supervivencia? Es peligroso enamorarse, inconscientemente, lo sabemos. 

Enamorarse representa peligro.Varias veces en el día, puedo escuchar el canto de las aves que viven cerca a mi casa, en el bosque, en los árboles frondosos, de colores; verdes, unos en calma, y otros en fin de sus días. Puedo escuchar como cortejan su pareja, como pueden insistir para lograr sus objetivos, su sentido de supervivencia. Luego de un rato, lo logran. Interesante, es la naturaleza, primitiva y aun así, en misma medida, puede enseñar más de lo que podría imaginar.La imaginación es fascinante, diría que, si pudiera pedir un poder, no sería saber que piensa una persona, más bien, pediría poder observar que imagina. La base del futuro es la imaginación, de igual forma, los sueños tienen como principio la imaginación. Por fortuna, nadie ve lo que imagino, lastimosamente, quien quiero que lea mi imaginación, tampoco. 

Resulta un sentimiento agrio, áspero e insípido. Recuerdo como la náusea se apoderaba de mí, creo que odiaba mi cuerpo por ello, no resistía someterme a ser incapaz, supongo que estamos diseñados para amar, yo no quería eso, más bien, no le hallaba un significado satisfactorio. En otras circunstancias, había comenzado por el principio, sin darle tantas vueltas, dirigirme a ella y conocerla. Jamás imaginé, que estaría ahora, así, como un escritor roto se desvanece ante la melancolía de la noche, por ella.  

LA NATURALEZA DE LOS SUEÑOSWhere stories live. Discover now