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Su vida dio un giro total y aun no se podía acostumbrar que al despertar lo primero que sus ojos vieran sea el rostro de BaekHyun a escasos centímetros. El chico desconocía el significado de espacio personal, argumentando que lo ha visto todo, al menos aún tuvo la decencia de sonrojarse cuando le confesó haberlo espiado en la ducha alguna vez.

Habían pasado dos semanas desde que ChanYeol descubrió que podía ver fantasmas, y lo genial de la situación es que BaekHyun no era el único ser no material alrededor de su barrio, se llevó muchos sustos de muerte cuando algún que otro ser se le cruzaba al frente y como fiel acompañante, BaekHyun salía a su rescate diciéndole quienes eran buenos y quienes sólo buscaban drenar su energía, pero la máxima sorpresa se la llevó ése sábado en la mañana.

Accedió a una salida "familiar" según BaekHyun y su primera parada fue su cafetería favorita, porque cierto fantasma castaño y bonito quería café y cosas dulces.

"Los fantasmas podemos comer si nos invitan como ofrenda" le había dicho la noche que se conocieron. "¿Tengo que prender una vela o algo? Eso seria jodidamente extraño" después de eso perdió dos vasos de cristal de su alacena. "No puedo golpearte, pero puedo tirar cosas, otro chiste y sigue el tostador contigo en la bañera".

Demasiado aterrador para ser tan pequeño.

Y ahí estaban, sentados en una mesa al fondo del local con asientos corridos porque una más al frente sería extraño, según ChanYeol. Acomodó el cochecito de bebé a su lado y ajustó de nuevo el abrigo de Jason.

— Hola, Park. — saludo el dueño del café con su peculiar encanto. — ¿Lo de siempre?

— Buenos días a ti también KyungSoo. — canturreo BaekHyun desde su lugar.

No lo imagino, ChanYeol vio claramente como el dueño miró en dirección del fantasma por un momento.

— Si, americano sin azúcar y un pastel de zanahoria. — aclaró su garganta para hacer el pedido de BaekHyun sin que pareciera un glotón, pero el chico se adelantó.

— Yo quiero un macchiato de caramelo grande con pastel de fresa. — BaekHyun palmeo al aire recordando un detalle. — Cierto, ChanYeol, este es KyungSoo y puede verme también. Él es mi excepción, el único amigo humano que tengo.

KyungSoo se atragantó con su propia saliva al escuchar a BaekHyun y miró a todos lados en busca de más clientes, pero por el momento sólo estaban ellos.

— ¿Puedes ver a este Gasparin? — señaló el dueño con los ojos bien abiertos.

—¿Puedes verlo, KyungSoo? — indagó ChanYeol también sorprendido.

El único que asentía con una sonrisa estúpida era BaekHyun.

— Si, es genial. Ahora ya son más personas las que me ven.

KyungSoo miró al chico con preocupación palpable y aunque ChanYeol quiso preguntar no encontró palabras. El dueño giró en su talones por su pedido sin decir una palabra.

—¿Desde cuando lo conoces y desde cuándo te puede ver? — preguntó el profesor curioso de KyungSoo.

— Siempre me ha visto, y lo conozco porque una vez habló conmigo. Yo estaba llorando porque todos me ignoraban y yo no sabía nada, KyungSoo me explicó que era un fantasma y muy probable ya estuviera muerto. — se encogió de hombros como si nada y a ChanYeol se oprimió el corazón.

Era verdad, lo más probable es que BaekHyun estuviera muerto y por alguna razón no había podido ascender.

KyungSoo llegó con el pedido y lo colocó al frente, pero otra una taza de café negro estaba en la bandeja.

Un fantasma y un cliché 》ChanBaek ♡ BaekYeol《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora