Parte 1. 14 años

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El contar historias siempre es complicado, y más cuando un adolescente la cuenta; pero este no es el caso, la historia de la vida de las personas es tan enredada como los pasillos del metro a las 6:00 P.m, en la ciudad.

No son historias de amor las que necesitan en los libros de novelas modernas, no hace falta el chico malo enamora de la nerd, solo algo verdadero, algo que sea tan verídico que no se necesiten mas palabras de las que podamos decir, así que esta es la historia de un adolescente con el corazón roto:

El día era nublado, pero solo había humedad en el aire, caminaba por una calle transitada de la ciudad, no tenía rumbo fijo ni destino al cual llegar, era un 27 de junio del 2015, yo estaba a unos meses de cumplir los 15 años, esa edad donde cualquier niña piensa que serán los mejores momentos de su vida, donde esa fiesta de 5 horas en un salón, con un vestido de color a la moda, con las invitaciones únicas, con bailarines rentados, zapatillas plateadas o doradas según el color del vestido, así son los meses de una adolescente cuando está a punto de cumplir los hermosos y dulces 15.

Yo soy Tania E. Martínez, todos dirán que soy una chica normal como los demás con problemas familiares sin solución etcétera, pero soy la persona más decepcionada del mundo, mis padres se divorciaron cuando yo tenía 6 años, si lo sé muy pequeña para entender eso del matrimonio y los hijos, las infidelidades, pero aun así, pude seguir adelante. La verdad es que no recuerdo mucho de mi pubertad, no recuerdo momentos con mis papás, ellos dicen que yo pase muchos bonitos momentos en viajes y paseos cotidianos, pero sinceramente ¿Quién disfruta los momentos reglados por un juez de lo familiar para poder ver a tu hija de 6 años?

Estoy en segundo semestre de la preparatoria, si lo sé ¿Cómo una niña de casi 15 años está en segundo semestre de la preparatoria?, pues si mi madures y coeficiente intelectual lo logre, es muy complicado para mi asumir que estoy en el bachillerato, tengo mucha presión sobre mí, mis padres no cursaron la preparatoria, pues tal vez debería sentirme bien con respecto a superar lo que ellos lograron académicamente, pero no la verdad es que me siento decepcionada por completo de los padres tan miserables y vulnerables que no pudieron terminar una carrera para ellos mismos, pero quien los manda a embarazarse a los 18 y 21 años.

Estoy en la banca gris número 5 del gran salón con ventanal, me quedo fijamente pensando qué demonios estoy haciendo que me enorgullezca de eso a mis casi 15, estoy en clase de geometría, no entiendo nada del tema, pero sin embargo escucho la clase mientras mis compañeros de los grados más grandes salen a sus descansos, se escucha el timbre de cambio de clase pero sigo perdida en mi cabeza - ¿Entendió Martínez?- la ultima voz resonante en mi cabeza fue la de mi profesor rápidamente subo la mirada y la planteo en el pizarrón lleno de plumón y manchas grises del borrador – Si, para mañana la tarea que comento- el profesor como de unos 78 u 80 años me asciende con la cabeza suavemente y nos indica que podemos retíranos del salón, mi mejor amiga Lucia Cervantes esta recargada en el ventanal, vestía sus vaqueros negros justos, su playera blanca simple, y su camisa de cuadros azul abierta, sus chinos son hermosos (siempre he tenido celos de sus hermosos chinos), me acerco lento, para asustarla pero en cuanto doy un paso ella voltea y me grita con voz exasperante y emocionada – ¡¡¡Tania!!! Ya era hora de que reaccionaras del viaje que te diste en toda la clase el profe Amador no paraba de decir ni hablar de su esposa, ojala yo pudiera irme así como tú en una mirada perder 50 minutos de clase pero parecer estar en el tema ¿Cómo demonios le haces?- suelto una carcajada y la abrazo con fuerza para que no se pueda soltar tan rápido – Pues ya ves que no soy como tú, yo si puedo estar en la clase, sin tener que tener el móvil en el estuche de las plumas, aparte no es nada de malo que hable de su esposa, pobre anciano está bien que el amor de su vida siga con él, el de mis padres no duro ni 10 años- alce mis hombros como si estuviera haciendo una expresión de desacuerdo o inseguridad, ella se pudo soltar de la fuerza de mi abrazo y golpeo con su puño mi brazo, me negó con la cabeza pero termino riéndose de mi comentario –Siempre tienes un humor muy bueno para este tipo de cosas verdad, no entiendo como no tienes más problemas, con el sarcasmo que te cargas yo ya estaría fastidiada de ti- mi carcajada sonó tan fuerte que los del último grado voltearon a vernos, hice dos pasos hacia la puerta y me salí del salón para hablar desde la ventana, mis piernas estaban entumecidas 50 minutos de clase con un anciano no está divertido, me recargue en el filo de la ventana y eche mi trasero hacia afuera, -La misma pregunta la hace mi mamá, pero me toleran, y al parecer encontraste algo por lo cual dejarme de poner atención- veía a su móvil – Está bien no importa total ni quiero contarte nada- rápidamente siento su mirada en mi cabeza pero no hace ningún movimiento –Pues al parecer están muy entretenidos los de sexto en ver tu pose de prostituta atendiendo en un automóvil eh!!- en seguida regreso a mi posición natural y volteo hacia atrás al fondo del pasillo se encontraban los de ultimo año volteando para nosotras, -Bueno ya me meto al salón pues!- voltee mis ojos para que supiera que no me interesaba lo que había pasado pero sin embargo me conocía y sabia que tendría problemas después, -Yo te lo digo para que Alejandro no te diga nada por eso de los celos que me dices que tiene, aparte amiga estas bonita tienes un buen cuerpo, bueno con kilos de más pero haciendo ejercicio quedaras muy buena!-la veo con una mirada bastante sarcástica, pero termino accediendo con la cabeza, me acerco a ella para leer sus mensajes, se me había olvidado por competo que hoy era el aniversario de su relación de 3 años, -Ah por cierto felicidades Lu, espero y Ernesto te regale algo que de verdad quieras, no como el año pasado, ¿Tú que le obsequiaras?- ella me miro rápidamente y me tomo del brazo como para indicarme que bajara con ella a la cafetería del instituto llevaba en su mano esa cartera tan loca de un tamaño bastante complicado para traerlo en el bolsillo de los vaqueros, -Pues le hice un cuaderno escrito hoja por hoja y así cosas cursis y tiernas, pues le dije que no quería hacer algo muy grande, que solo quería tal vez ir a comer algo o caminar a la plaza ¿Tú crees que tal vez me de algo esperado de verdad, algo que me pondré o tal vez se me haya salido el comentarle o así? – bajando las escaleras yo no iba prestando atención a quien estaba en el descanso de las escaleras y los pasillos de los 2 pisos abajo que teníamos que pasar para llegar a la cafetería, así que tome el barandal amarillo y me guie por él para bajar y no estorbar mientras íbamos hablando de su problema –Pues tal vez te de algo que te gusta como tus dulces favoritos y hacen una tarde de película, y termines con tu final feliz, si sabes a lo que me refiero- le guiñe un ojo y comencé a reír tan fuerte que los chicos que estaban en la cafetería nos miraron –No ya en cerio espero que te de algo que de verdad valores y les represente algo en su relación o yo que se- de nuevo voltee los ojos y alce los hombros como muestra de indiferencia y entendimiento –Tu aniversario también penas fue no, ¿Qué le regalaste a Ale, el gorro que quería no?, el que fuimos a comprar a la plaza, yo no sé cómo pudiste gastar tanto dinero en ese gorro para la que lo terminara usando fueras tu, pero bueno cada pareja y persona es diferente no crees?- la voltee a ver de reojo y tenía cara de preocupación, como de estrés no lo sé pero quería ayudar.

Una loca novela de amorWhere stories live. Discover now