Amanecer rojo

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Justo por la mañana, estaba todo tan tranquilo en casa, cosa que jamás pasaba, mi madre siempre hacia ruido con la secadora de cabello, o la licuadora, pero esta mañana fue diferente, no estaba nadie en casa; Misteriosamente me habrían dejado sola en las tardes pero eran las 5:35 a.m, era tan confuso todo, así que decidí darme una ducha bastante larga, pues entraba a las 7, y estaba a solo unas cuadras del instituto.

El chorro de agua caía por mi espalda y hombros mojando lento mi cabello, moje muy lento mi cabeza, pues mis pensamientos me habían nublado la vista, si me la nublaron las lagrimas que derrame por ese estúpido, que gracias a todos sus problemas me había hecho pasar el peor día de todos lo que he pasado en mucho tiempo, sentí que el baño duro muy poco, pero ya eran las 6:20 a.m, ¡!!Por dios ¡!! Ya se me hizo tarde, salí corriendo a vestirme, saque mis vaqueros negros, y tome una camiseta con un estampado de lenguas de diferentes diseños, me encantaba, tome mis tenis puse mis libretas en mi mochila y corrí a la puerta, cuando toco la perilla de la puerta, sonó el timbre, temerosa y preocupada abrí la puerta pues no sabía quién era, en mi cabeza me empecé hacer ideas muy locas de que me secuestraban y todo ese rollo que pasa antes de que abras la puerta ¿No les ha pasado?!! NO, bueno está bien; Al abrir la puerta de madera con esos hermosos cristales que tenía mi madre, vi su cara si era ese cara de cocodrilo, Alejandro, entorne los ojos hacia arriba pues yo ya no quería verlo me había enfadado tanto con el que ni en foto quería verlo, pero aun así abrí -¿Qué quieres aquí?- en tono molesta pues sabia el que no quería verlo aparte era primera hora de la mañana, el tomo mi mano y puso con una delicadeza que el tenia, una rosa roja, pero el sabía que no me gustaban las rosas, o sea que trataba, - Gracias por el detalle- entorne los ojos de disgusto – No tenias porque molestarte aparte, ya debo irme a el instituto , ADIOS!!- sus largos brazos alcanzaron a detenerme, -Lose sube al auto y te llevo, está obscuro para que te vayas sola, no quiero que te pase algo, accedí pues no tenía ganas de caminar la verdad estaba cansada, abrió mi puerta y me dio la mano para que pudiera hacer fuerza y no esforzarme demasiado, como un "caballero", pero yo en el fondo sabia a donde iba este paseo, pero aun así era algo que tenía que ocurrir no.

-Tá, quería hablar contigo de lo que paso el día de ayer, sabes yo no dormí por pesar que estuve muy mal al decir que lo nuestro ya no tenía solución, no quiero tirar a la borda una relación de 2 años, por un ataque de celos, sabes? Creo que tal vez tus papas ya me aceptan tal cual soy, y quería pedirles permiso para llevarte de viaje, llevarte a donde quisieras, sabes que mis papás te adoran y que les encantaría así como a mí que en un futuro fueras mi esposa, y formáramos una familia, aparte somos vecinos desde los 4 años, bueno tus cuatro años, Tá por favor perdóname todo lo que dije ayer que pudo lastimarte, se que tal vez lo que dije no tenga arreglo, pero soy humano y me equivoco y pido perdón, de verdad no me gusta pelear así contigo, ¡!Dios!! Nena dime algo por favor- me tomo por sorpresa, de verdad no tenía nada para decirle y estábamos en la esquina del instituto, no sabía qué hacer, - Si mira pues ya llegamos a mi escuela, ¿Te parece si te marco cuando salga de la escuela bueno que llegue a mi casa?- bajo su carita, me sentía tan horrible por no poder decirle nada, pero de verdad estaba tan preocupada, y pensaba tanto en el chico extraño de el último año, que no sabía qué hacer, entre al colegio y al fondo del pasillo para subir las escaleras hacia el tercer piso, ahí estaba él, era alto, tenía su barriga, pero se veía bastante atractivo, tenía un corte muy similar a los de moda pero me llamaba la atención, y eso no me gustaba nada, camine rápido por no querer que me viera, pero para mi sorpresa estaba ahí esperándome.

-Hola linda, buenos días ¿Cómo te encuentras?, oye ayer vi que leíste el mensaje que te mande pero no respondiste, ¿Todo bien?- lastimosamente me hice la sorprendida, pues no quería hablar con nadie pues lo de Alejandro no me tenia bien mentalmente para sostener una conversación con otra persona que no fuera Lucy y Octavio, así que, esperaba que todo fuera muy rápido, pues dila vuelta para subir las escaleras y mientras subía decidí voltear y decirle en un tono apurada – Hola, pues si vi el mensaje, lo siento no pude responderlo, me caía de sueño y pues no tuve opción que mejor ir a dormir, espero tengas buen día, chao!! – me subí casi corriendo las escaleras, sentía que me iba a caer pues mis piernas son demasiado pequeñas, así que mejor subí ya después de segundo piso más lento sabía que no vendría conmigo, baje la mirada a los escalones, pues no tenía motivos para querer estar aquí en este día, al dar el primer paso en el tercer piso, sentí como dos dedos tocaron mi cintura, mi reacción fue solo voltear con el puño cerrado, pero aun así no tuve la fuera de subir rápido la mirada, hasta que detuvo mi brazo, así fue que alcé la mirada - ¡!Que demonios!! ¿Acaso querías golpearme mojigata?- reí tan fuerte que juro que me escucharon hasta el patio trasero, -Mi amor, ¿Cómo estás? Hasta que te dignas a venir estúpido- si los chicos de alrededor nos vieron con extrañeza, -Maldita si nunca respondes mis mensajes por estar con el otro, peor está bien no me pongo celoso hay un Dios que todo lo ve y todo lo castiga- hizo un gesto que me hizo dar una carcajada, pero sin embargo lo abrace me lance hacia él y me colgué cual chango –Mi mejor amigo, mi hermano mi amor, te extrañe Oc, pensé que nunca regresarías, pero que bueno que estas aquí ahora, necesito mucho la ayuda de ambos- él se quedo con una cara de extrañeza pero hizo su cara de aceptación para lo que fuera que yo le pidiera - ¿Ambos? 2 o quienes mujer ¿A quién te refieres?, pues que paso mujer dale que el día es corto y el chisme es muy largo- lo tome del brazo para caminar hacia el salón de clase pues estábamos a 5 minutos de que empezara la primera clase del día – Si!!! Tonto a Lucy y a ti idiota, pues son mis mejores amigos, no quiero estar sola de nuevo en esto como siempre – al entrar al salón vi a Lucy con sus audífonos es muy raro verla a ella con los audífonos, a menos claro que este triste, ¡! OHOH problemas ¡!! –Lucy! ¿Qué paso? Ahora Ernesto que hizo, ay!! Malditos hombres estúpidos- Octavio se me quedo viendo con una cara de odio inmenso, pero él sabe que no tiene opción de defensa pues el también había hecho cosas así -¿A quién vamos a golpear por estúpido?- Lucy solo pudo pronunciar unas cuantas palabras antes de soltarse a sollozar, -No llego a la cita en nuestro aniversario, pasamos la noche discutiendo y terminamos- mi reacción fue solo correr a abrazarla, me puse a llorar antes de que pudiera decir otra cosa, entendía su dolor, y no era algo que le deseara ni a mi peor enemiga, al sonar el timbre de la primera hora, el tutor del grupo se acerco y di el anuncio que no habían venido los 2 profesores que me tocaban, así que deje que Lucy siguiera sollozando, no me gustaba verla mal. Al verme Octavio, llorando junto con Lucy, decidió ir al baño por papel y darnos a cada quien su respectivo bonche de pañuelos, el sabia que tenía un par de amigas muy chillonas, así que espero a que nos calmáramos y de la bolsa escondida de su maleta, llevaba una máscara de ojos color negro y un rubor, pues no quería que nos viéramos feas, menos porque le gustábamos a sus amigos.

Así que comenzó primero con una o sea Lucy, -Mi niña mira, cariño no debes ponerte así por este imbécil, bueno para nada porque eso es justamente, un bueno para nada, eres una niña hermosa y maravillosa estudiante eh hija también, que tonta al no ver todo eso que Tania y yo vemos en ti, nena no quiero verte mal, se que son 2 años y lo que quieras, pero nena no puedes ponerte así, asparte si necesitas que te hagamos un favor, dame tu teléfono y lo borro de tu vida siempre eh- Lucy se seco las lagrimas, tomo la cámara frontal de su teléfono y se arreglo de nuevo los ojos y los pómulos, pero pronto ambos voltearon a verme, ¡!OHOH problemas!!, yo sabía que ya no había forma de ocultar todo lo que me había ocurrido el día anterior- ¿Y tú para cuando pretendes dejar de llorar?- voltee a ver a Octavio y lo abrace tan fuerte que perdió un poco el equilibrio, -Algo muy similar me paso con Ale, tu amiguito, ese que según me quiere, me hizo lo peor de todo el mundo, me dijo que lo nuestro no tiene ni tendrá solución, y se puso celoso por un chico que me hablo ayer en la escuela, es de ultimo año les hablo a mis papás para acusarme de que estaba loca, y fue a mi habitación y se metió para ver qué demonios estaba haciendo en la noche y hoy en la mañana me recogió y me trajo hasta aquí, este chico me deseo un buen día y la verdad es que ya no quiero que las cosas se mal interpreten así que solo quiero poder estar ajustó con mis decisiones, pero la pienso por el otro lado y sé que jamás podre sentir con alguien lo que siento por ale, y tengo miedo de que este chico me guste pero no se de nada y se aproveche de mi melancolía para poder obtener lo que quiere de mi y todos sabemos que es... - Octavio al ver que de verdad estaba sentida con todo lo que había pasado, me dio un abrazo tan fuerte que me puse a sollozar peor, pero es lo que más necesitaba, seco mis lagrimas y me dio la máscara y me puso rubor en las mejillas, los tres las tranquilos bajamos a la cafetería, pues teníamos un par de horas libres, así que fuimos a desayunar, yo no podía pensar en otra cosa que no fuera Alejandro, aun así con la cara en alto salí de la cafetería pero estaba distraída, y de frente tope con Miguel, sin querer sus labios se estrellaron con mi frente, ambos nos quedamos en un shock que no creíamos que podía pasar, -Lo siento estaba distraída, bueno adiós- Salí corriendo de ese lugar tenía miedo de lo que podía pasar después, grito y juro que se escucho mucho –No te preocupes bonita, que bella piel tienes- me sonroje tanto que ya no podía con mi alma, aun así el tiempo paso rápido y el ultimo timbre de salida sonó sabia que tenía que hablarle a Alejandro pero mi cobardía no me dejaba, tome rumbo a mi casa, eran solo unas cuantas cuadras, pero seguía tan distraída que no podía pensar, en otra cosa más que el sentirme mal por lo que le había hecho sentir a mi Ale, ¡! Demonios!! Era una niña tan mala. Cuando me di cuenta me encontraba afuera de mi casa, saque mi teléfono de la bolsa de mis vaqueros y busque su contacto, al instante marque -¿Bueno? ¿Qué ocurre?- respondió extrañado –Te veo a las 4:00p.m en el parque en el quiosco morado, chao- colgué me sentía muy mal por haberle hablado solo para eso, pero sabía que era una buena manera de decir las cosas.


Una loca novela de amorWhere stories live. Discover now