CUATROCIENTOS

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Pop ___

El padrastro de Joel habia llegado, y yo permanecia escondida en su habitacion. Tenia miedo, mucho miedo. ¿Pero que podia hacer yo.

Como sospeche o mas bien supe, que Joel llegaria tarde; y que quizas, su padrastro llegara antes que el... Tome un arma.

No un arma de fuego como una pistola, si no algo con que defenderme. Patricia no se dio cuenta de cuando tome el sartén de la cocina. Y supuse que un golpe con el sartén podria noquear a una persona.

Unos pasos se escuchaban subir las escaleras y el corazón comenzo a latirme con mas fuerza.

Eran pasos lentos, pasaron junto a la habitacion, y luego la persona se detuvo. Yo tome el mango del sarten con fuerza en caso de que necesite golpear a alguien. En este caso, el padrasto de Joel.

Los pasos volvieron a escucharse... Ahora se acercaban aqui.

La puerta se abrio, y justo cuando estuve a punto de golpearlo...

Joel cerro la puerta, y corrio rapido a quitarme el sartén.

-¿Que te sucede princesa? ¿Acaso querias matarme?- me pregunto molesto y confundido a la vez.

-¿Q-Que?- pregunte con voz entre cortada. -¿Yo matarte a ti?

-Pues tu eras la que traia esto en la mano.- dijo Joel moviendo el sartén.

-¿Te das cuenta a la hora que llegas? Tu padrastro llego antes que tu. ¿Y si me encontraba? ¡Necesitaba algo para defenderme!... - con cada palabra que decia, la sonrisa de Joel se ensanchaba mas y mas. - Eres un maldito imbecil.

-Pero este maldito imbecil, te cuida princesa.

-Bien, si te estorbo tanto... ¡Me voy!- lista para marcharme sin

importarme que el padrastro de Joel me viera, lo rodee para llegar hacia la puerta, y cuando tome la perilla, Joel me volteo y me pego contra la puerta encerrandome entre sus brazos.

-Tu no iras a ningun lado.- dino serio con sus ojos mirandome atentamente

Queria salirme de su encierro pero mis piernas no reaccionaban. Le tenia miedo a esa expresion de el, ¿como no iba tenerle miedo? Su aspecto era de completa superioridad ante cualquier persona.

Sus ojos cafes me hipnotizan con tanta facilidad que me asustaba. El fuerte aroma de su perfume me gustaba, tanto que era facil dormir al abrazar su almohada. Aunque debo admitir... Que me gustaria abrazarlo a el.

-Joel... Ya, dejame.- dije en un susurro, para empujarlo. Para mi sorpresa, el se aparto dejandome libre

No iba a llorar... No llores ___.

-Lamento haberte dejado sola.- se disculpo, y su mirada reflejaba su sinceridad.

-¿Y entonces por que lo hiciste?- pregunte en un hilo de voz. - Los ultimos dias me habia sentido segura contigo, pero estando sola en un lugar desconocido... Me da miedo.- dije entre sollozos

Joel se acerco a mi lentamente mientras relamia sus labios. Tomo mi rostro con ambas manos y con sus pulgares limpio mis escasas lagrimas que habian comenzado a salir.

Suspire para calmarme. No me gustaba llorar, y mucho menos si implicaba Joel. No queria que me viera llorar.

-¿Ya estas mejor?- me pregunto mirandome con atención, aun sosteniendo mi rostro con sus manos.

-Si.- dije en voz baja, pero las lagrimas seguian saliendo.

-Ambos sabemos que las lagrimas no mienten, princesa

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