Otra vez yo!

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Otro año más pasa y las ganas de amar se van alejando de mí, es que en mi soledad aprendí a estar sola y no sé cuando comencé a enamorarme de mi misma.

Ya no era necesario esperar rosas del principe azul, simplemente salía y compraba para mi el ramo más grande de la tienda, ya no esperaba la compañía de nadie para comer un helado, solo iba y compraba el que tuviera más chocolate.

Sí, comencé a tomar las cosas desde otro punto de vista, dejando de ver a los demás para verme a mí misma y terminé por enamorarme, aunque suene egoísta, me enamoré de lo perfecta que puedo llegar a ser.

Me enamoré de mi sonrisa cálida y de mi mirada atrevida, de mis ojos café oscuro y mi nariz perfilada, de mi manera de hablar y de como abría mis grandes ojos al estar sorprendida, me enamoré de cada una de mis expresiones.

Más llegaste tú a mi vida, sin querer queriendo y sin avisar, pusiste mi pequeño mundo color rosa de cabeza, haciendo que se estremesca cada músculo de mi cuerpo con solo mirar a tus ojos fijamente, llenando cada uno de los espacios vacios que tenía en mi mente.

Las esperanzas que tenía por vivir sola el resto de mi vida han sido robadas por las cálidas palabras que salen de tu boca, aún no decifro como lograste cambiar mi mente y mi mundo al mismo tiempo... ¿cómo?

Más ahora heme aquí, secuestrada por tus besos, atrapada por tus caricias, sedienta de tu cuerpo, loca por tu amor, así me tienes. Y al final lo único que deseo es sostener tu mano aunque sea un instante y si tu quieres puede ser por el resto de nuestras vidas.

DescorazonadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora