La isla

1. "Nos vamos"

Era Mayo del 2017, y todos los estudiantes estaban esperando en la parada del bus a que llegara el señor luck, que como siempre llegaba tarde.
Hacia tanto calor que todos estaban en la sombra que sobresalía de una terraza de un bar. Hasta que llego el profesor con el autobús que les llevaría hasta el aeropuerto.
Una vez en el bus, todos se sentaron en sus asientos y fueron rumbo Aeropuerto.
Natalia, que estaba sentada junto a su mejor amiga Lucy la miro nerviosa y la dijo:
-No me lo puedo creer! Este es el mejor día de mi vida. Nos vamos a una isla paradisiaca, sin padres, sin normas, sin deberes...
-Si. Dijo Lucy entusiasmada. Y lo mejor de todo es que viene Harry.
Lucy llevaba colada de Harry desde hace dos años pero nunca se había atrevido a decirle nada, ya que no estaba acostumbrada a pedirle salir a un chico porque normalmente ellos se lo pedían a ella siempre, penso Natalia. Lucy era la tipica chica que pasaba por una acera y todo el mundo se giraba para mirarla, con su rubia melena y sus grandes ojos azules. En cambio ella era Bajita, morena, de ojos marrones. Es decir, una chica normal que jamas llamaría la atención de uno de los chicos de su clase, y menos la de Liam.

Cuando llegaron al aeropuerto todos cogieron sus maletas y se fueron hacia la entrada.
Jennifer, la típica chica popular que trataba a todo el mundo como inferior y enemiga intima de Natalia y Lucy desde primaria paso por su lado y tiro la mochila de Natalia al suelo.
-EH tu pelliroja de bote!. Chillo Lucy enfadada. Ten mas cuidado. -Uy perdona, es que no había visto a la enana de tu amiga.
Y dicho esto se fue riéndose junto a sus amigas.
-Un día de estos su cuerpo va a aparecer en un coche en el fondo del lago. Y si, habré sido yo.
-Deja de decir tonterías Lucy. Dijo Natalia riéndose. Ambas sabemos que si la tiramos a un lago flotaria por culpa de tanta silicona.
-Tienes razón, mejor la enterramos en un descampado.

Una vez en el avión, encontraron sus asientos y se sentaron.
No era un avión muy lujoso pensó Natalia, pero al menos estaba lejos de la pandilla de Jennifer y sus secuaces.
-Oye Nat! Adivina quien se sienta detrás nuestro?
Al darse la vuelta disimuladamente, vió lo que parecía ser el pantalón de Harry que intentaba colocar su mochila. Pero al mirar al lado vio a Liam. Se dio la vuelta rápidamente, Nunca había estado tan cerca de el, normalmente siempre le contemplaba desde la distancia incapaz de decirle nada.
Liam, era lo que se podría describir como "Un chico 10", bueno el y los otros 8 chicos que formaban su grupo, incluyendo a Harry.
Siempre había pensado que aunque el la pidiera salir, cosa imposible, ella le acabaría diciendo que no, porque ese tipo de chicos (guapo, musculoso, popular..) eran solo eso, nada mas. Y era mejor que se juntara con los de su especie: Jennifer.

Cuando ya llevaban doce horas de viaje, eran las 11 de la noche y casi todo el mundo estaba durmiendo, incluida Lucy.
Natalia se recostó en su asiento y se puso a leer un libro de su saga favorita: "Cazadores de Sombras".
Cuando llevaba media hora decidió ir al baño. Paso por encima de Lucy y se fue.
Cuando estaba volviendo, iba leyendo el libro por el pasillo cuando hubo una turbulencia y tropezó. El libro salio volando y aterrizo en la cabeza de la única persona que ella no hubiese querido, Liam.
Este, cogió el libro lo examino y miro hacia el pasillo.
Natalia que seguía en al suelo y muerta de la vergüenza, estaba deseando que la tragase la tierra, bueno en esos momentos una nube.
Liam se levantó y vió a Natalia tirada en el suelo.
Esta pensó que 1: o se acerba y la echaba la bronca por haberle lanzado un libro a la cabeza. O
2: Despertaba a sus amigos y se reirían de ella porque se había caído al suelo de una forma patética.
Pero no ocurrió ninguna de esas cosas. Este se acerco donde ella estaba y la tendió la mano para que se levantase.
Mirándola preocupado dijo:
-Estas bien?  Menudo golpe te as dado.
Natalia como siempre que el estaba cerca, se quedaba sin habla. Y rápidamente hizo un gesto con la cabeza asintiendo.
Liam sonriendo la tendió el libro. -Toma, creo que esto es tuyo.
-Gr-gr-gracias.
-Quieres que te acompañe hasta tu asiento? No vaya a ser que haya otra turbulencia.
-No, gracias. Estoy bien.
-Bueno como quieras. Ten cuidado.
Y se marcho.

Al volver a su asiento vió que todavía no había vuelto y automáticamente miro por el pasillo. Y ahí estaba, hablando con la pandilla de Jennifer.
Muerta del asco, se sentó en su asiento y se quedo dormida.