El Diario De Mamá

Capitulo 1

El sonido de la alarma me despierta, estiro mi brazo para apagarla, me levanto somnolienta y comienzo a prepararme para no llegar tarde a mi primer día de clases.

Hoy es mi primer día en el colegio y tengo una ligera sensación de nervios. Agarro la toalla y me dirijo al baño. Al salir busco en el armario mi uniforme, termino de arreglarme y bajo a desayunar. Al llegar a la cocina me encuentro con mi padre, quien se está sirviendo café.

-Hola, ¿como amaneciste hoy? -me dice cuando se da cuenta que estoy en la cocina.

-Como un día soleado en la playa ¿y tú? -respondo dándole un beso en la mejilla.

-Muy bien, ¿y qué te tiene tan contenta? -me pregunta

-Pues, que hoy comienzan las clases y siento un poco de emoción, claro que después ya se me pasará, como todo...

-Me alegra que te sientas así -se acerca a mi y besa mi frente -espero que siempre tengas esa energía. Te dejo, ya me tengo que ir a trabajar, nos vemos en la noche, recuerda que hoy es lunes de hamburguesas- me dice divertido y tomas sus llaves para luego retirarse.

-Sabes que no lo olvidaría, adiós papá- digo esto último casi gritando ya que se encuentra cerca de la salida.

-Adiós mi vida- abre la puerta y se va sin nada mas que decir

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Termino de desayunar y decido llamar a Henri, mi mejor amigo, para saber si ya viene a buscarme para ir al colegio... Al tercer tono contesta:

-¿Cómo está mi complejo de bestia favorita?- dice y suelto una pequeña risita, siempre me hace reír con sus ocurrencias.

-Bien ¿y tú, mi mono araña extrovertido favorito?- dije con tono divertido

-Bien, ya estoy llegando, espera afuera- me dice y corta la llamada.

Inmediatamente tomo mi mochila y mis llaves, y salgo de la casa, después de cerrar, lo veo. Abro la puerta del copiloto y me lanzo sobre el asiento, le doy un beso en la mejilla, abrocho mi cinturón y Henri coloca el auto en marcha.

Al llegar al estacionamiento apaga el auto y nos bajamos. Nos dirigimos hacia la entrada y puedo visualizar caras nuevas, como de costumbre cuando iniciamos un nuevo año escolar. Hay una cara en particular que llama mi atención. Una chica de cabello rubio rizado -la cual aparenta mi edad- y un cuerpo de diosa, se baja de un audi A1 rojo y mira hacia su alrededor, y se detiene en una mirada... La mía.

Me mira profundamente, casi siento que puede leer mis pensamientos y eso me asusta, tiene los ojos grises. Después de unos segundos que me parecen eternos cambia su expresión seria a una más alegre y me sonríe, no sé como reaccionar, es extraño su comportamiento, así que decido devolverle la sonrisa.

Henri me golpea el brazo con su codo captando mi atención, me mira confundido y me hace una seña para que entremos al edificio y en ese momento escucho sonar el timbre que indica que ya es hora de iniciar la jornada escolar. Camino en dirección a mi nuevo salón y me siento en uno de los últimos puestos, Henri se sienta detrás de mi; nunca me ha gustado sentarme adelante, los profesores siempre le hacen más preguntas a los que se sientan allí, y hablar en público nunca ha sido mi fuerte, por ello evito lo más posible provocarlo. Luego de un rato se empieza a llenar el salón de estudiantes y llega el profesor.

-Buenos días estudiantes, ¿contentos de regresar a clases?- pregunta el profesor Muñoz mientras acomoda sus cosas en el escritorio.

-Nooo- contestan algunos estudiantes, otros prefieren no contestar.

-Pues yo...- el profesor es interrumpido por el director quien entra al aula y le dice algo en el oído a lo que este asiente, seguidamente el director se dirige a nosotros.

-Buenos días estudiantes, este año se incorpora a su clase una nueva compañera -dice el director haciéndole señas a alguien para que pase- adelante señorita Witerpool- dice ahora dirigiéndose hacia la puerta y me sorprendo al descubrir que se trata de la chica con la que había intercambiado miradas hace un momento- ella es Charlote Witerpool- casi suelto una carcajada al escuchar su nombre, o sea si lo pensamos por un momento, Charlote suena como nombre de perro, pero Witerpool... ¡WITERPOOL! ¡eso si que no me lo calo! Pero me contuve, mientras que mis compañeros si se rieron con total libertad, tal vez no debería reír, no puedo decir nada, mi nombre tampoco es que sea muy lindo que digamos, Cristina María Espinoza Hutcherson, aunque siempre me ha gustado que me digan Cristi, es más juvenil, Cristina es como de abuela, María es muy común, Espinoza suena a espina y ni hablar de Hutcherson, ese me suena a sándwich. Las risas de mis compañeros comienzan a apagarse cuando el profesor les interrumpe.

-Silencio estudiantes. Señorita Espinoza- me llama. -Mierda pienso ¿ahora qué hice?- ya que es la única persona capaz de comportarse, usted será la encargada de llevar a la señorita Witerpool- más carcajadas por parte de mis compañeros- a recorrer la institución.

-¿Ahora?- pregunto no puedo creer que tenga que hacerlo yo, ¿entre tantos estudiantes justamente yo tengo que atender a la barbie?

-Si, ahora- contesta el profesor, me levantó de mi asiento, recojo mis cosas y me dirijo hacia la salida, -el recorrido será largo- pienso, ya que la institución es enorme. Me doy vuelta al salir del aula y me encuentro con el director y Charlote.

-Bueno, las dejo para que realicen el recorrido- dice el director retirándose y Charlote y yo intercambiamos miradas de nuevo.

-Hola mucho gusto, mi nombre es Cristina pero me puedes decir Cristi rompo el silencio y extiendo la mano a modo de saludo.

-Hola mucho gusto, soy Charlote- dice en tono amigable y me extiende la mano para devolver el saludo.

-Bienvenida, espero que te sientas a gusto, si quieres empezamos con el recorrido- ella asiente y comenzamos a caminar. Trato de ser breve y le muestro la institución lo más rápido que puedo, cuando ya casi vamos por la mitad del recorrido me interrumpe.

-Así que... ¿tú eres la hija de Jack Espinoza?- me paro en seco, no esperaba esa pregunta.

-Sí ¿por qué esa pregunta?- suelto sin más.

-Es que se me hacia conocida tu cara, sabía que te había visto en la portada de alguna revista, eres popular ¿lo sabías? Tu padre es el dueño de una de las más grandes empresas de moda del país.

Como si no lo supiera, pienso.

-Oh si...-no se que más decir acaso ¿eso importa?.

No tocamos más el tema y estuvimos toda la mañana recorriendo la institución y hablando de trivialidades. Para yo haber dicho que ella era una barbie, me cae bastante bien, pero igual no me deja de dar mala espina... Durante el descanso le presenté a Henri y nos sentamos en las áreas verdes. Después que terminó el descanso, el tuvo que ir a clases y nosotras continuamos con lo nuestro hasta que el timbre de salida nos interrumpió. Decido acompañar a Charlote hasta la entrada y al llegar no aguanto más, la curiosidad me carcome así que decido hablar de una buena vez.

-Oye Charlote ¿te puedo hacer una pregunta?- suelto

-Claro- me dice con un tono de voz extraño.

-¿Por qué...- una voz femenina habla a mi espalda y me interrumpe, demonios.

-Charlote, vamos que no tengo todo el día- me volteo y la mujer abre los ojos como platos.

-Oh por dios ¡Cristina!- dice la mujer extremadamente sorprendida y... ¿asustada?.

Me quedé petrificada, puesto que no conozco a la mujer y ella aparentemente a mi si, ella me observaba con cara de horror como si hubiera visto a un fantasma...