Leviatán

IV - Tres batallas más

Algo planea Levi o los dueños.

Durante la última semana no he conseguido tener contacto con mi hermano mayor, así como tampoco me he podido acercar a Harry.

Me he mantenido bajo la atenta mirada de Levi y tan sólo he logrado utilizar cuidadosamente a Allison para organizar poco a poco las nuevas opciones bastante restringidas.

En cuanto a Jackson y Jordan, los pequeños han avanzado bastante. A pesar de que Jordan pasa más tiempo con Allison, no puedo negar la natural ternura que emana de él. Es demasiado inocente para el mundo en el que está creciendo.

Jackson a veces me parece demasiado despiadado cuando logra dominar alguna técnica de combate. No tiene pudor en destrozar a su oponente y a mi me ha dejado con marcas visibles bastante dolorosas por sus golpes. Nadie creería que un niño de tan solo 10 años las ha provocado.

En más de alguna ocasión he tenido que envolverlo entre mis brazos y resistir sus embistes debido a la furia con la que golpea el improvisado saco de boxeo que Harry deja a propósito  a su alcance antes de continuar con otro entrenamiento. 

- Algunos dicen que en la pelea de esta noche vendrán Elegidos nuevos - Allison murmura mientras caminamos hacia las barracas. Es nuestro único momento de poder descansar por lo menos unos minutos durante el día e intentar escapar del calor agobiante que comienza a hacer afuera. 

- Entonces, puede que finalmente vea a Robert - le respondo sin poder evitar ocultar la felicidad. He estado extrañándolo demasiado, y necesito que me oriente sobre cómo llevar a cabo los planes ahora que me mantienen bajo vigilancia. Debo saber cómo ha avanzado su parte dentro de los mas privilegiados y saber exactamente qué ojos me observan.

- Puede que esta noche elijan a Jackson, lo han visto entrenar - continúa Allison

- Pero aun no está preparado para una batalla, apenas está aprendiendo a controlar sus golpes certeros. 

- Apenas logra controlarse a él mismo

Cierro los ojos por un momento. Esta noche en especial será larga. No tengo un buen presentimiento y siento que debo descansar lo que más pueda. Aviso a Allison para que me despierte en cuanto sea el momento de continuar con nuestras labores y así hace.

Luego de casi una hora, el leve movimiento de Allison me despierta de inmediato, poniéndome de pie y arreglando mis botas para salir. La noche ya ha caído y los niños se acercan de inmediato a mi lado para dirigirnos hacia el sector del patio donde cada noche de pelea anuncian a los luchadores.

Jordan temblaba bajo mi mano, su mandíbula parecía que en cualquier momento se desencajaría por el miedo de tener que enfrentarse a alguien, por lo que me agacho hasta su altura y le hablo.

- No serás escogido, tu no serás luchador - le consuelo y en el momento en que suena la voz en el altavoz me pongo de pie para terminar de caminar hacia el lugar con ambos niños a mi lado.

- Isabelle y Enit, al círculo de hierro. Las apuestas se abren - quedo estática en mi lugar mientras todas las miradas se voltean en mi dirección. Allison se lleva una mano a la boca y Harry me observa detenidamente. Intenta caminar hasta mi pero un elegido llega primero.

Lo observo y no reconozco su rostro, pero éste me toma delicadamente del brazo y me hace avanzar por entre la multitud mientras que otro lleva a Isabelle.

- Te harán luchar hasta que ascienda, tendrás que ganar - susurra el chico una vez dejándome dentro del círculo pasmada por sus palabras.

Ningún elegido habla con los demás luchadores, ni siquiera una mirada va dedicada a nosotros pero éste lo ha hecho. Ha roto todas las reglas que nos rigen para esas palabras. Ha sido  enviado.

Miro a todos a mi alrededor hasta que nuestros ojos se cruzan. Levi está sobre una plataforma con uno de sus brazos apoyado en el gran pilar que la sostiene. Su rostro permanece inmutable, como acostumbra pero su mirada fija en mí me pone temblorosa. 

Decido quitar mi mirada de él, continúo observando hasta que el alivio llega a mí. Robert se encuentra en una esquina con la enorme metralleta en sus manos paseándose de un lado a otro. De vez en cuando su mirada se dirige hacia mí en un intento de mantenerme en todo momento bajo su linea de visión pero sin hacerlo notar a los demás. A los elegidos les obligan a olvidar todo lazo que pudiera unirlos con alguien más mientras son luchadores, todos para potenciar el carácter de obediencia hacia los dueños.

Veo a Isabelle caminar hacia mi. Es una chica un tanto mas robusta que yo, pero la he visto entrenar y durante mucho tiempo desee jamás ser escogida para pelear contra ella. Sus movimientos son certeros y generalmente letales. Bastan dos peleas mas dentro del círculo y ella podrá ascender, muchas menos de las que me bastan a mí.

Trago duro y me mantengo firme mientras siento todas las miradas en mí, de un rápido movimiento tomo mi cabello en un moño alto a la vez que envuelvo veloz un trozo de tela en cada uno de mis puños para evitar romperlos con los golpes que planeo dar.

La chica se ve completamente confiada de su fuerza y habilidad y de cierta forma me intimida, lleva mucho más tiempo que yo entrenando fuertemente y hasta ahora no ha perdido ninguna batalla. Yo tampoco lo he hecho y esta no será la primera.

La batalla comienza y la chica con los brazos marcados por músculos fuertes se acerca amenazadora hasta mí con sus puños dispuestos para golpear directamente mi rostro. No retrocedo. 

Nunca des el primer golpe.

Siento los gritos de los luchadores fuera de la asquerosa jaula de hierro, mientras todos esperan ver caer a cualquiera de las dos a pesar de saber perfectamente que las apuestas, en su mayoría, van hacia el triunfo de Isabelle, no el mío.

Veo como su puño se acelera en alcanzarme, reacciono lo suficientemente rápido para agacharme lo necesario y así estirar mi mano izquierda hacia su pierna. La tomo con toda mi fuerza y halo hasta mí haciendo caer a la chica tan fuerte  e inesperadamente que su cabeza da un gran golpe en el suelo de piedrillas. Puedo ver como el suelo se comienza a tornar ligeramente rojo. Su cabeza sangra pero Isabelle intenta aún moverse para ponerse de pie. 

Intento encontrar rápidamente a Rob entre los Elegidos, está de pie atento a la pelea. Asiente levemente apenas se da cuenta que lo estoy observando y entonces vuelvo mi completa atención a la chica aún intentando ponerse de pie. Ni ella ni nadie se esperaba aquel repentino ataque pero de algo tendría que servirme el combate estratégico que tanto se empeñó con enseñarme Robert.

Me pongo de pie de inmediato y antes de darle tiempo a que se ponga de pie, golpeo fuertemente su costado con la bota militar - los únicos zapatos proporcionados para nosotros - haciéndola caer sobre su costado abandonando todo intento de recuperación.

Pasan unos minutos donde Isabelle vuelve a intentar ponerse de pie mientras yo permanezco atenta a sus movimientos. Los luchadores fuera del círculo comienzan a abuchear al no ver más resistencia por parte de la que prometía ser la triunfadora. Se arrastra lo suficiente como para quedar arrodillada a mis pies. Disfruto por unos cortos segundos ante la imagen de una de las mujeres mas fuertes sangrando a mis pies, esa extraña pero placentera sensación de sentirme superior a ella me inunda y apenas intenta tomar mi pierna izquierda, con la derecha le propino un certero golpe en su mandíbula dejándola caer finalmente inmóvil al suelo.

Retrocedo lo suficiente y continúo observando. No volverá a ponerse de pie, ya no más. He ganado.

Levi, quien ahora entra al círculo camina hacia Isabelle, la mueve levemente con la bota sin agacharse para alcanzarla y la deja caer nuevamente al suelo haciendo un gesto al luchador que se encuentra tras él. Veo como entra a recoger a la chica inconsciente y me percato que se trata de Rob. Me puedo dar cuenta, a pesar de la distancia, que intenta ocultar una sonrisa en su rostro.

- Sanguinaria, eres buen material - dice poniéndose Levi frente a mi observándome de pies a cabeza - Tres batallas más.