UNA RAZÓN PARA VIVIR

Capitulo 4

Al llegar a casa junto a ella nos besamos apasionadamente mientras desvestíamos nuestros cuerpos con locura y pasión, la tome de los glúteos mientras ella rodeaba mi cintura con sus piernas para ir hasta la cama.

Tras una apasionada noche desperté completamente desnudo con algunas partes de mi cuerpo cubiertas con una sábana y a mi lado se encontraba una nota en alemán firmada con un beso de color rojo apasionado como el que tenía Helen la noche anterior. Después de algunas horas traduciéndola pude leerla.

Nota:

Lo siento por irme pero al parecer mi hermano

Se encuentra en el hospital. No me despedí porque

No quería despertarte. Por cierto esta fue la mejor

Noche de mi vida. TE QUIERO

Al terminar de leer la nota me bañe, vestí y baje a desayunar mientras fumaba un cigarrillo. Inesperadamente mi padre estaba en casa, pero todo transcurrió como si no estuviera. Tome mi almuerzo, el dinero y Salí a esperar el autobús como de costumbre, en el camino no dejaba de pensar en lo que había sucedido, en mi mente repetía la noche una y otra vez sin olvidar un ni un solo detalle. Ya en la parada del autobús encendí un cigarrillo para hacer más amena la espera .Los

minutos pasaban y el autobús no llegaba. Tras una hora esperando y unos cuantos cigarrillos, decidí revisar mi celular y al parecer la escuela estaba cerrada porque algunos estudiantes se encontraban protestando, así que guarde mi celular para ir a casa, pero antes de ponerme de pie sonó mi celular, era un mensaje de Helen.

-Buenos días

-Buenos días princesa

-Ohh princesa, ¿así le dices a todas las chicas con las que tienes sexo?

-Hahahaha claro que no

-¿Estas en casa?

-No, estoy en la parada del autobús, no sabía que la escuela estaba cerrada

-¿Quieres ir a dar un paseo?

-Claro, ¿por qué no?

-Pero esta vez no habrá sexo

-Hahahahaha no había pensado en eso, aunque no sería una mala idea hacerlo de nuevo

-Soy tu idiota

-Claro que si idiota

Veinte minutos después llego Helen, subí al coche y ella me dio un pequeño beso antes de arrancar.

-¿Dónde iremos?

-Es una sorpresa

-¿Cómo sé que no me secuestraras para convertirme en tu esclavo sexual?

-Eso solo pasara en tus sueños

-Y en los tuyos

-Quizás

Tras una hora de viaje llegamos a una pequeña montaña a las afueras de Londres, en la cima se encontraba un enorme y frondoso árbol, el cual usamos para cubrirnos del sol