1.Lo que domina el mundo

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No siempre tengo días malos, solo cuando no me doy cuenta de que yo no tengo remedio, de que mi vida no tiene remedio y de que hay algo que domina el mundo QUE NO TIENE REMEDIO. Hasta que me olvido y me dejo de dar cuenta de que no tengo remedio: así es como logro formar parte, moverme, andar con los demás. No sé por qué soy así, pero hay tantas cosas que no se.

Odiaba la primavera, también; pero ya no.

A veces tengo días buenos, días donde vivir es parecido a soñar; Y en ese sueño soy de carne y hueso, puedo tocar las cosas y las cosas me tocan, existo de verdad. Eso es lo importante: ser real, entender que uno tiene el corazón fuerte, que late, late, late, resiste pulso a pulso, sístole a diástole, yo qué sé. Un corazón no es algo fácil de parar.

Me llamo Rodolfo, y tampoco es cierto que odiaba la primavera, solo el picnic de la primavera en palermo, en los bosques. En ese lago inmundo. Pero ya no, porque hasta yo puedo cambiar un poco. Y  sé que detestaba el picnic  porque el 21 de septiembre es el cumpleaños de mamá. Como hace tiempo que mamá no está en casa, hasta último momento no me decidía; Si ir a visitar a mamá, si llamarla, si ir al picnic. Vilma, mi hermana mayor, me dijo algo contundente para este último:

-¿Así que te querés hacer el importante?¿por qué no la pasás bien y te dejás de hinchar? 

¿Será que uno sufre para darse más importancia? 

puede ser. porque, al final, lo que yo quiero es disfrutar. Una vez compré un libro de un autor francés que dejó de escribir a los dieciocho años, se fue al África y volvió muy enfermo, antes de cumplir cuarenta. Todavía no leí el libro, pero me encandiló la idea de hacer algo grande, desaparecer veinte años y volver con la vida hecha, listo para morir. ¡Que buen plan!

pero a mí me gusta más la rutina, aunque me cuesta tanto mantenerla desde que murió papá.

Algo que domina el mundo.Where stories live. Discover now