22. Ya no hay más nosotros.

16 1 0
                                    

Cada vez que te alejabas, cada que tus manos se soltaban de las mías, cada que tus brazos dejaban de envolverme en un abrazo que me hacía sentir segura y amada, cada vez que tus labios se separaban lentamente de los míos, cuando no sentía tu calor y tu compañía a mí lado, lentamente me rompía, cada vez más, porque lo necesitaba, necesitaba de tu amor y tu calor para estar bien, porque me estaba congelando, porque me sentía sola, porque no podía más, pero tú estabas ahí, y el mundo dejaba de cernirse sobre mí por un instante, y sentía esa paz que no había sentido en tanto tiempo, con el solo hecho de saber que tú existías, porque había vivido un buen tiempo con el alma a los pies, y de pronto llegaste tú y mi corazón volvió a latir fuerte, volví a temblar con un solo toque, volví a ser yo, la que reía y sonreía, la que abrazaba, besaba y mimaba, pero cuando te ibas, lo único que pasaba por mi mente era «quédate un poco más», te ansiaba, no lo voy a negar, y si en ese entonces te extrañaba, si en ese entonces me dolía no tenerte cerca, hoy el sentimiento no ha cambiado, pero hoy no me consuela un «tal vez lo vea mañana», porque eso no va a ser, porque ya no rozaré tus labios, ni me acariciarás las mejillas, ni nos veremos a los ojos, porque ya no hay más nosotros, porque se acabó, y siento que me ahogo de nuevo.

-Ana.

Cartas y Escritos de mi Pequeño Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora