Los Guardianes De Fexy

-Primero de septiembre-

Era la medianoche en la casa de los Tyler. Ela no podía dormir de la emoción de entrar a Hogwarts, poder conocer gente nueva y estudiar a profundidad de la magia. Pero sobre todo, conocer gente nueva. Cada minuto pasaba y Ela se intrigaba cada vez más sobre su futuro como maga. Sin embargo, toda la emoción se convirtió en angustia cuando Ela se dió cuenta que era la 01:00; en 10 horas partiría el tren. Ela, enseguida, decide ir a dormir, pero la ansiedad la traiciona y no es hasta una hora después que logra conciliar el sueño.

Después de un sueño reparador, Ela se levanta, pero la tranquilidad no dura mucho: eran las 09:30. Rápidamente, Ela guarda sus cosas, desayuna y vuela hacia King's Cross. Pero antes de salir, sus padres se despiden:

—Querida hija— dijo el padre de Ela —Has crecido muy rápido y mírate: vas a ir a estudiar a Hogwarts- Su madre no hablaba solo miraba intentando no llorar.

Después de esto, Ela abrazó a sus padres; su madre lloró y a su padre se le aguaron los ojos. Ela se despidió y se dirigió hacia King's Cross.

Cuando finalmente llegó, se dio cuenta de que quedaban 15 minutos para que el tren hacia Hogwarts partiera. Lo curioso de llegar allí, es que el tren sale desde el andén 9¾, entre las plataformas 9 y 10.

Ela iba bastante apurada para llegar a tiempo y se encontró con Sam

—¡Hola Ela!— comenta Sam aliviada —¿Sabes cómo se llega al andén 9¾?

—Hola Sam, para entrar allí hay que dirigirse corriendo por la pared entre las plataformas 9 y 10.

—¿En serio? ¿No me chocaré? — preguntó Sam algo confundida

-Sí, inténtalo tú primero y sigo yo- respondió Ela

Sam, más bien asustada, agarró su carrito y se dirige hacia el andén 9¾ y logra penetrar la pared en el primer intento. Acto seguido, Ela atraviesa la pared y, cuando sale, está justo en el andén 9¾ al frente del tren que está a punto de salir.

—Tenías razón, y sigo viva—dijo Sam a la vez que reía por lo bajo —La magia es increíble!

—Nunca lo dudes.

Ela casi no pudo decir nada: eran las 10:59; faltaba un minuto para que el tren se fuera a Hogwarts. Apenas Ela subió a la locomotora roja, el tren se marchó de la estación.

En uno de los compartimentos del tren estaban todos los estudiantes que había conocido en el callejón Diagon.

—¡Hola Ela! ¡Hola Sam!— Dijo Lila

—¡Chicos, me teníais preocupado!- dijo Isaac

—Y a mí también— dijo Lila —. ¿Dónde os habíais metido?

—Veréis— explica Sam. —Mis padres son muggles y no sabía cómo llegar al andén 9¾, si Ela no hubiera llegado, habría perdido el tren. Muchas gracias por todo— declaró Sam con una gran sonrisa.

—Con gusto —respondió Ela. —Yo llegué tarde porque la emoción de este año escolar me causó insomnio y cuando me levanté era bastante tarde.

-A mí se me había olvidado advertirte sobre el andén- dijo Isaac -Discúlpame- añadió apenado

-Tranquilo!- respondió Sam

—¿Todos vuestros padres son magos?— preguntó Sam.

—Sí, o al menos los míos.- respondió Lila

—Yo no — intervino Isaac —. Mi padre tiene una abuela Veela y mi madre es mestiza.

-Yo igual- comentó Ela - Mi padre es mago mientras que mi madre muggle. 

—Al parecer soy la única con padres muggles— dijo Sam

—No te preocupes: los magos más talentosos del mundo son de sangre muggle —dijo Isaac — Nuestra prima, Sam, Hermione Granger, es una maga de sangre muggle que luchó con mucha destreza en la batalla de Hogwarts.

—Espero ser como ella entonces— Agrega Sam con una tímida sonrisa en su rostro.

—Lo primero que haré al llegar a Hogwarts, después de la ceremonia de selección, será conocer la biblioteca y buscar las reglas del colegio— dijo Isaac.

—Pues preparaos porque ha casi llegamos— dijo Lila

Efectivamente el tren se detuvo y Ela pensó: hemos llegado.