Hyuk estaba harto.
Cuando conoció a HongBin, sabia que él era una persona sumamente apasionada por los videojuegos, y comprendía que a veces lo dejara de lado por ellos.
Pero su paciencia tenia un fin, y estaba cansado de que su novio no le diera la atención necesaria.
A Hyuk también le gustan los videojuegos, pero sabe ponerse un límite.
Suspirando, se encaminó hacia él, y le quito la consola de las manos.
— ¡Oye! — Exclamó HongBin. — Estaba en medio de una partida importante, no es justo.
— Te comportas como un niño al que le acaban de sacar su juguete. — Le recriminó el menor algo enfadado. — Creí que me habías invitado a tu casa para pasar tiempo conmigo, no para ignorarme por estar jugando con esta cosa.
HongBin fue el que suspiro esta vez.
— Tienes razón, tienes razón. — Murmuró. — Pero devuelveme mi consola. — Le pidió extendiendo la palma de su mano.
— No lo haré. Quiero que hoy pases un día, sólo un día, sin jugar nada.
HongBin lo observó entrecerrando los ojos.
— Me estas pidiendo demasiado, ¿Sabes?
Hyuk puso los ojos en blanco.
— No es así. Es eso, o me voy de aquí. — Advirtió el menor dirigiéndose hacia la puerta de salida.
— ¡No, no! ¡Ven! — Le dijo levantándose del sofá.
— Entonces tienes que prometerme que dejaras tus juegos por lo que resta del día.
— Han SangHyuk, ¿En serio estas celoso de una consola de videojuegos? — Cuestionó divertido.
Segundos después el mayor sintió un golpe no tan fuerte en su nuca de parte de su novio.
— Oh vamos, no te enfades. — Dijo formando un puchero con sus labios. — Escucha, te prometo que en lo que resta del día, tú serás el único dueño de mi total atención. — Afirmó acercándose hacia Hyuk, y comenzando a acariciar su cuello suavemente.
A Hyuk se le escapo una pequeña sonrisa.
— Más te vale que sea así, sabes muy bien que soy capaz de romperte esa consola. — Murmuró en broma, mientras acortaba la distancia que se interponía entre ambos, sellando sus labios con un beso, de esos que tanto le gustaban.
Afortunadamente para Hyuk, su novio pudo pasar las siguientes horas sin tocar sus jueguitos, sin embargo en cuanto dieron las doce de la noche, todo eso se acabó.
— Ya terminó el día, y debo terminar esa partida importante que interrumpiste. — Le dijo HongBin, exigiéndole de vuelta su consola.
Pero SangHyuk tenia una mejor idea que devolvérsela.
— No. — Se negó sonriendo de manera burlona.
— ¡Teniamos un trato! — Le recriminó frunciendo el ceño.
— El trato expiró. — Y dicho eso, se encamino escaleras arriba, encerrándose en la primera habitación que encontró, que resulto ser la de su novio.
— ¡No seas así! Yo no te quito tus... Álbumes de música. — Decía el mayor tocando desesperadamente la puerta de la habitación, en un intento de que la abra.
— Porque yo no estoy todo el día pegado a ellos. — Se justificó, apoyándose en la madera de la puerta. — Sólo quiero que aprendas que hay cosas más importantes que estos jueguitos... Cosas como yo.
— ¿Otra vez con eso? Hyukkie, abre la puerta y hablemos como personas civilizadas. — Insistió HongBin sentándose como indio en el suelo.
— ¿Crees que soy estúpido y no sé que en cuanto abra la puerta, te abalanzaras sobre mi para quitarme tu consola?
— Por algo eres mi novio, me conoces más que nadie. — Murmuró el mayor apoyando su codo en su pierna y su palma en su barbilla.
Los minutos pasaban y pasaban, Hyuk no daba señales de querer salir de allí dentro, Y HongBin se estaba comenzando a rendir en cuanto a recuperar lo suyo.
Por otra parte, del otro lado de la puerta, el menor sólo se dedicaba a observar detenidamente los alrededores del cuarto de su novio.
Le causaba cierta ternura que a pesar de tener más de veinte años, HongBin aún conservara en su pared unos posters de videojuegos y animes.
Incluso tenia figuras y mangas en sus repisas.
— Este chico... Es un friki sin remedio. — Susurró sonriendo mientras observaba los pequeños muñecos del conocido anime Death Note.
Comenzaba a pensar que tal vez se había pasado de la raya al robarle algo tan preciado para HongBin como lo es su simple consola de videojuegos.
Decidio que se la devolvería, por lo tanto fue hasta la puerta y la abrió, pero en cuanto lo hizo, una imagen sumamente enternecedora lo recibió.
HongBin se había dormido apoyado en la pared.
— Eso te pasa por quedarte toda la noche jugando, tonto. — Murmuró el menor agachandose, para estar mas cerca de su novio.
Aprovechó el momento para acariciarle el cabello suavemente y depositar un pequeño beso en la mejilla de este.
— ¿Por que sólo eres lindo conmigo cuando no estoy consciente? Eres cruel SangHyuk. — Dijo de pronto HongBin causando que el mencionado se asustara.
— Creí que dormías... Y soy lindo contigo todo el tiempo, pero no te das cuenta.
— Sólo descansaba los ojos. — Aclaró frunciendo el ceño.
Hyuk le extendió la consola.
— Lo siento, no soy quien para quitarte esto. — Se disculpó cabizbajo.
HongBin la tomo entre sus manos.
Pero rápidamente la dejó a un lado.
— ¿Qué haces? Te tuve que sacar la consola de las manos y esconderla para que la dejaras y ahora la dejas por tu cuenta.
— Me di cuenta de que tenías razón, sí que hay cosas más importantes que los juegos. — Dijo tomándolo de la nuca para luego juntar sus labios en un largo beso.
Hyuk se separó luego de unos segundos.
— Aguarda, ¿Eso quiere decir que después de todo, me prefieres a mi por sobre tus videojuegos? — Preguntó sonriendo.
— Tampoco te pases. —Respondió riendo.
El menor fingió estar ofendido, queriendo alejarse de él.
— ¡No es cierto! Sabes que te amo más que a nada. — Aseguró sosteniéndolo del brazo para que no se vaya.
— Lo sé, lo sé. — Murmuró SangHyuk volviendo a acercarse, esta vez acomodandose entre las piernas del mayor. — Yo también te amo, aunque seas un friki.
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Friki boyfriend → Hyukbin.
Fanfic✿HongBin debe decidir que es más importante para él. Sus videojuegos o su novio.