Gimme, Gimme, Gimme (A Man After Midnight)

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Disclaimer: Shingeki no Kyojin no me pertenece, el autor es Hajime Isayama. La obra musical es creación de Catherine Johnson, encargada del libreto.

Gimme, gimme, gimme a man after midnight
Won't somebody help me chase these shadows away
Gimme, gimme, gimme a man after midnight
Take me through the darkness to break of the day
(Dame, dame, dame un hombre a la medianoche
Alguien que me ayude a despejar esas sombras
Dame, dame, dame un hombre a la medianoche
Tómame a través de la oscuridad hasta el amanecer).

.

Mikasa pensó que Farlan era algo torpe.

Se pasó bastante rato entretenida oyendo todo lo que Eren tenía para contarle sobre el tiempo que conoció a su padre, y sentía que se iba forjando cierta confianza entre ellos. Eren le resultó bastante accesible y confiable, quizá en parte porque no era demasiado viejo, por lo que podían comunicarse más fácilmente. Solo cesó su conversación cuando Erwin y Farlan volvieron y, para su buena suerte, cuando eso ocurrió Eren ya le había contado hasta el momento de su despedida con Levi.

Ambos volvieron con algunos raspones en el rostro, seguramente provocados por la maleza que había en medio de su camino. Sin embargo, Erwin apenas tenía un par de líneas delgadas en el rostro, mientras que Farlan tenía rasguños en los brazos y los pómulos. Mikasa pudo ver que incluso sus rodillas estaban heridas, notorias las marcas por lo clara que era su piel.

Pero no solo eso le hacía pensar que era un poco torpe; verlo lastimado fue el primer indicio. Esa idea cobró más fuerza en su pensamiento cuando, mientras Eren se encargaba de deshacer el nudo que había hecho para atar el bote, este intentaba empujar la embarcación para ponerla en movimiento. Farlan le ponía bastante empeño, pero no parecía ser muy fuerte para ser alfa. A veces terminaba resbalando en la arena fangosa en su intento por mover el yate de Erwin.

Un alfa extraño. Farlan era un alfa extraño.

Su primera impresión de él fue que era una persona tranquila y sonriente, amable. Pero Erwin también le había dado esa impresión. La diferencia radicaba, a sus ojos, en que Erwin se veía bastante erguido, orgulloso y soberbio. Quizá no se lo proponía o era inconsciente, pero ciertamente parecía ser un tipo con bastante confianza en sí mismo.

—Bien, podemos partir —dijo Erwin mientras subía al yate—. Suban, por favor.

Y era muy gentil también. Pero si algo destacaba de Erwin era definitivamente su natural liderazgo. Pese a tener tres alfas con ella, tanto Farlan como Eren aceptaban lo que les decía sin rechistar. Tampoco era un pedante que les ordenaba, y probablemente a causa de eso aceptaban sus direcciones.

Y Mikasa no analizaba su comportamiento y cualidades en balde. Lo que se proponía era hallar rasgos que alguno le haya podido heredar.

—¿Podemos ir despacio? —pidió ella.

—¿Por qué? —preguntó Erwin, quien en ese momento dirigía el bote.

—No veo razón para apresurarnos.

—Creí que podrías tener algo que hacer, pero si no es así, bien podríamos tomarnos un momento.

Eren insistió mucho en tomar el control del bote con el pretexto de aprender, y Erwin aceptó con la condición de que Farlan le acompañe, no sin antes explicarle un par de nociones básicas. Le parecía un tipo bastante inteligente y al menos estando esos dos juntos podrían manejar mejor ese asunto.

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