Ella siempre iba en contra a su destino, desafíando a la vida y huyéndole al amor. Pero se le olvidó una cosa, y es que, el viento puede cambiar de direcciones. Puede que siempre haya estado en dirección contraria, pero cualquier día puede decidir cambiar de dirección. El destino la encontrará y se cumplirá, la vida la encarará, el amor tocará su puerta. Porque por más que lo evite, lo que tiene que pasar, simplemente... Pasará.