Vida de Princesas

Giggles Tamias

Ese día llegó. Antes de bajar de la carroza, acomode el listón rojo en mi cabello. Me sorprendió el lugar. Al entrar al gran salón había mucha gente pero no conocía a nadie, anhelaba encontrarme con mis amigas de la infancia, porque ellas también estaban aquí.

Buscándolas encontré una mesa llena de pasteles, tome un plato y un tenedor y empecé a tomar pedazos de todos los pasteles que contemplaba, lleve un pedazo a mi boca ¡Era lo mas rico! El sabor de chocolate me encantaba. Entonces una porción se desmoronó a mi vestido a la altura de mi busto, así que deje el plato en la mesa y me ausente de ahí.

Pase por una habitación que no tenía puerta y observe grandes espejos de varios tamaños, una preciosa chica de cabello lila iba saliendo. Me invadió la curiosidad y entré, en uno de los espejos vi reflejada una cabellera azul.

— ¡Petunia! —Corrí hasta donde estaba y le di un fuerte abrazo desde atrás, luego la solté.

—¡Giggles! —Exclamó ella encantada, devolviéndome el abrazo—. ¡Qué alegría verte! Este lugar es enorme y temía no verlas... Pero mírate, que linda te ves, con tu hermoso vestido blanco y... —Se quedó callada mirándome fijamente y vi su cara que se transformó con pavor. «Creo que ya se dio cuenta de la mancha», pensé.

—Giggles no te muevas, tienes una horrible cosa color marrón, sabía que esto sucedería, por eso traigo esto siempre conmigo-,rápidamente sacó un pañuelo y un pequeño frasco con un liquido raro de su busto.

Luego, nos recorrimos el lugar, en el salón se agrupaban los príncipes de otros lugares, nos topamos con uno de cabello verde, un aire de escalofríos se sintió de repente. Buscamos en todo el lugar y, sentada en una silla con cara de aburrida, hallamos a Flaky. Nos acercamos a ella y nos saludamos con un beso en la mejilla, platicamos un rato para luego seguir con nuestra búsqueda.

Caminando meditaba: ¿Cómo sería el príncipe con quien pasaría toda mi vida? Recordé que les pregunte a mis padres sobre su historia de amor, mi padre dijo que mi madre era hermosa y simplemente cuando la vio se le declaró en el instante.

Miré un grupo de princesas, platicaban y reían, pero de repente todas voltearon ver a su derecha y se quedaron calladas, me resultó extraño. Dos chicos tenían una conversación y reían fuertemente, uno de cabello morado y otro de color rubio. Mis ojos se agrandaron. Aquel joven rubio era tan guapo, hermoso, bello. Cuando él y su amigo pasaron, todas se alborotaron, supongo que era popular entre las princesas. Paso a lado mío y me sonrió, me sonroje, sintiendo mi corazón acelerar. ¿Sería acaso amor a primer vista? Ese sentimiento que había escuchado tanto, quiero casarme a como dé lugar.

Lo seguí, pero no vi a su amigo. Llegue hasta el jardín, pero lo perdí de vista. Una ráfaga de viento hizo que mi listón se soltara, corrí hacia él para atraparlo pero alguien lo tomo.

—Esto es tuyo, Mi Lady —Me sonrió y yo solo asentí con mi cabeza, él se acercó , tomó mi mano derecha y me lo entregó. Delante de mí estaba el chico rubio.

—¿Cómo te llamas?-

—Giggles.

—Mucho gusto, yo me llamo Cuddles y soy del reino de Yellow —Tomó mi mano derecha y depositó un beso en el dorso.

—¿T-Te... gustaría caminar conmigo por el jardín?

No quería perderlo de vista. Eso era obra del destino, no podía arruinar ese encuentro.

—Sería un honor.

Después nos sentamos en un banco, estaba tan feliz, los dos solos en el jardín. Empezamos a platicar de cosas simples, entonces supe más sobre él, que teníamos la misma edad, su color favorito era el azul, su comida favorita era la sopa de zanahoria, era hijo único, y que asistió con su mejor amigo, que era un año mayor que él.