A los deseos de Mr. E

una linda y juguetona amistad

Recuerdo cuando iba a la secundaria cuando tan solo tenía 12 y era una niña de bien, con 2 amigas que iban conmigo y de nuevo me harían compañía.
Entre al salón de clases, Vi a mis amigas y me senté junto a ellas para convivir, entraron más chicos y empezaron las clases.

Varios días pasaron y nos presentamos cada quien y 3 chicos empezaron a hablarnos, sus nombres eran:
Jesús, Emir, César y Mr.E, quienes se hicieron amigos nuestros y empezamos una amistad. Jugábamos, hablábamos, trabajamos juntos en caso de equipo y nos apoyamos mucho.
Mr. E era muy juguetón pero un poco grosero y llevado pesadamente, en especial conmigo; a veces me molestaba, me empujaba, me hacía bromas, o me decía cosas groseras y yo se las devolvía con lo que me decía o con un pequeño pellizco o golpecito en la cabeza pero era porque nos llevábamos pesado y yo creía que era un juego que hacía un joven cualquiera para llamar la atención.
A mi me gustaba seguirle la corriente y reírme de él de sus tonterías, y me divertía tanto que empeze a seguirlo como un amigo.
Nos la pasamos jugando pesado y después tranquilamente y nos fuimos acercando como amigos y así siguió siendo.