Han pasado años desde la muerte de Koro-sensei y también años desde que cada uno de los alumnos de la clase 3-E siguieron sus sueños, son pocas las veces en la que reúnen ahora pero...
Un nuevo enemigo vuelve a aparecer después de tanto tiempo, un e...
- algo nuevo - pregunta la dueña del restauran al hombre que entraba por la puerta de su despacho sin voltear a verlo siquiera, todavía admirando la gran vista desde su venta
Se encontraba frustrada y enojada, había repasado una y otra vez los rumores que afirmaban la llegada del dios de la muerte a su territorio y aunque le gustaría decir lo contrario (ya que eso mantendría su reputación como informadora), debía admitir que no había duda alguna de la veracidad de estos
La información de su regreso fue echa y confirmada por asesinos renombrados, conocido por sus altas tasas de éxito y su gran habilidad, ninguno de ellos mancharía su reputación inventando algo así. Inventar o difamar cualquier información del dios de muerte (a pesar de su larga desaparición) era tabú, nadie seria tan estúpido como para hacer algo así
Y aun así todavía no encontraba nada
- todavía no - responde el encargado con voz suave y arrepentida
- entonces que ases aquí - no tenía ganas de hablar con nadie si no era algo relacionado con el dios de la muerte
- un asesino desea hablar con usted - respondió humildemente
- ¿quién? - pregunta irritada, sea quien sea mas vale que sea de alto estatus aunque el simple echo de haber podido entrar a su restaurante aseguraban eso ella también tenia su propia jerarquía
- no lo se, solo se dejo una noto al barman y este no logro identificar a quien la dejo - Magabresh era un restaurante de alto estatus pero precisamente por ello tenia una sección de bar ya que después de todo quien podría acusar a los ricos y poderosos de tomar unos cuantos tragos
Su respuesta solo la irrito mas, solo los idiotas creían que ella los atendería sin saber quienes son
- destruye la nota y asegura te de sacar de mi restaurante a quien la dejo - sea quien sea puede considerarse vetado
- entendido - con una pequeña inclinación de cabeza el encargado se va
No estaba de humor para asesinos de quinta, debía descubrir quien era el dios de la muerte y si no podía al menos confirmaría si era cierto o no que había vuelto
La puerta volvió a sonar abierta y su irritación solo creció, en cuanto escucho esta cerrarse nuevamente grito
- ¡te dije que sacaras de mi restaurante a ese asesino, sea quien sea! - ya no le importaba su estatus estaba llegando al limite de su frustración, pero increíblemente no escucho nada
Queraro
Da media vuelta para encontrar a su despacho completamente vacío
- ¿que...?
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Un escalofrío le recorrió la espalda, su gran instinto de supervivencia le gritaba que corriera...
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