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  -Cαpitulσ 31

"Solo quería llegar a casa y llorar, créeme, necesitaba liberar el dolor de alguna manera".

-¿Puedes ponerte de pie? –Preguntó.
Asentí.

Con dificultad me levanté y con un poco de su ayuda.

-¿Quieres ir a la enfermería? –Preguntó, de nuevo.

Negué.

- Jackson , estoy bien –Mentí.

-Te gusta mentir, ¿cierto?

- Te gusta hacer bromas, ¿cierto? –Lo imité.

Sólo me quedó mirando sin articular nada, sabía que me refería a todas las cosas que me había hecho.

Me lavé y las vendas tiradas me las pasó Jackson.

-Gracias –Musite.

Asintió.

-¿Quieres que te ayude? –Preguntó refiriéndose a las vendas.

Negué.

-Puedo sola –contesté.

Quité mi playera del instituto quedando solo en una pequeña blusa de tirantes color blanca. Limpié mis brazos en ella, estaba un poco manchada de sangre. La metí a mi bolso y me vende las manos, hasta parte de los brazos por las cicatrices, Jackson sólo me observaba.

-¿Qué harás ahora? –Preguntó.

- Irme a casa –respondí.- No quiero que nadie me vea así...

- Puedo llevarte –Murmuró.

Me giré a verlo. Sus ojos tenían un brillo especial, no diré que de enamorado, sino de preocupación. ¿Preocupado?

-¿Podrías? –Asintió.

Jackson se asomó para asegurarse que no hubiera nadie. Me ayudó con mi bolso y salimos casi corriendo hasta el estacionamiento.

-Anda, sube rápido –ordenó, mientras subía él del lado del piloto.

Subí como pude, encendió el motor del auto, para luego salir de ahí.

En el transcurso del camino nadie dijo nada, había una tensión incómoda, y seguro iba reflexionando, sin creer lo que había visto.

Aparcó el auto afuera de mi casa y se giró a verme.

Me miró directo a los ojos y se notaba total tristeza.

-Gracias por venir a dejarme –Sonreí a medias.

Iba abrir el auto pero él impidió que bajara tomando mi brazo.

Volteé a verlo.

-¿Qué pasa contigo? –Preguntó en susurro.

- ¿Conmigo? –Asintió.- Nada... Supongo –respondí.

- ¿Estarás bien?

- ¿Qué te hace creer que no? –reí sin ánimo.

No contesto, soltó su agarre y me permitió bajar.

Entré a mi casa y me puse a llorar.
Tenía tanta rabia, enojo, odio.... De ser yo.

Subí a mi habitación y comencé a tirar todo lo que encontraba a mi vista. Saqué mis pantalones y me quite mi blusa. Tomé la navaja y corte mis piernas. Me tiré al suelo sollozando tan fuerte mientras las lágrimas fluían.

Narra Jackson:

Aun no podía creer verla así. Juro que era una tristeza, ella estaba mal y necesitaba ayuda.

¿Tu Broma Aún Es Divertida? | JacksonWang y Tu| ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora