35.

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  -Cαpitulσ 35

¿Ves esta sonrisa? Es falsa. ¿Ves estos ojos? Aguantan lágrimas. ¿Ves estos labios? Dicen "Estoy bien". ¿Ves esta chica? Está herida."

–Si te importara no me dirías toda esa mierda –Espeté.

Se me quedó mirando por un momento. No me quitaba la mirada, menos lo hacía yo.

Realmente no se que esperaba, no sé que quería o más bien, no sabía si era enserio mi amigo.

– ¿Te sigues cortando? –Habló por fin después de un largo silencio.

– ¿Necesitas saberlo?

–Te he dicho que me importas.

–Sí. Lo sigo haciendo –Pause, aun seguía mirándome de la misma manera. –Ahora deja de mirarme así.

– ¿Te gusta sufrir? –Frunció levemente el ceño.

–La vida es una total mierda, KiHyun.

–No, ¿sabes realmente que es una mierda? –Pauso. –Tus pensamientos.

–No sabes nada –Dije entre dientes.

–Deja de cortarte.

– ¡Para de decirme que hacer, mierda! Me tienes harta, ¿acaso no sabes algo más que decir? –Le grité. Me di la vuelta y salí corriendo de ahí.

Cuando llegué a casa no había nadie, como supuse. Lo único que quise hacer fue dormir.

*

Y no lloré. Simplemente me quede paralizada mirando la escena, mirando como mi vida se caía en pedazos nuevamente.

El nudo se comenzó a formar en mi garganta y unas ganas de tirarme a llorar.

Corrí lo más que pude después de presenciar lo que había visto, pensé que las cosas habían cambiado, al menos un poco. Pero esto era una completa mentira, ella estaba ahí con él... Besándose.

Mi respiración se estaba agotando, estaba afligida. Solo corría sin rumbo alguno.

La noche se estaba acercando y el clima amenazaba con ponerse frio.

Miré a mi alrededor, reflejaba el tránsito pesado de una calle poblada de misceláneas, cerrajerías, talleres mecánicos y fondas de comida; de noche todas esas imágenes se ahogaban y los muros reflejaban el brillo alumbrado de los autos que se detenían ante el semáforo cercano y las faldas de las prostitutas que cada cuando cruzaban la calle, con un cliente al lado.

Las observaba a cada una de ellas, reían, fumaban, y aguardaban el momento de oficiar.

– ¿Así vas a trabajar como ellas?

Me quede perpleja al escuchar su voz atrás de mí.

Me voltee a verlo y ahí estaba parado mirándome, su mano izquierda en su bolsillo del pantalón y la derecha desordenando su cabello.

–Yo no voy a hacer eso –Afirme.

Avanzo un paso más, de tal forma que quedara aun más cerca de mí.

–De ese modo, la pregunta es, ¿Qué haces aquí?

– ¿Qué haces tú aquí? ¿Me vigilas?

Él se echo a reír.

–Te he conseguido un trabajo –Contestó sin quitar la sonrisa de su rostro y su vista la volvió hacia la esquina donde se encontraban las mujeres vestidas con una mini faldita, unas zapatillotas y una blusita que dejaba ver todo, hasta el estomago.

¿Tu Broma Aún Es Divertida? | JacksonWang y Tu| ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora