Capítulo 6: Juvia cuidará de ti

637 31 4
                                    

P.O.V. de Juvia

Hoy regresaban Gray-sama y su grupo de la peligrosa misión. No podía esperar para verle y poder tomar algo con él como me lo prometió. Estaba tan emocionada que me sumergí en mis pensamientos, donde Gray-sama me pedía la mano en matrimonio y me preguntó cuantos hijos quería. El sonido de la puerta me devolvió a la realidad y vi como Erza-san entraba.

-Bienvenidos de vuelta-dijo el Maestro-¿Cómo os ha ido?

-El monstruo ha sido destruido-informó Erza-Pero Gray está gravemente herido.

Fui corriendo hacia donde ella estaba y pegué un enorme grito.

-¿Cómo está Gray-sama?

-Está inconsciente, pero sigue vivo-explicó Erza-Ahora mismo Porlyusica lo está atendiendo.

-Pues habrá que ir a verlo-dijo el Maestro.

-¿Puede ir Juvia también?-pregunté preocupada.

El Maestro aceptó y Erza-san nos llevó a la casa donde Porlyusica trataba a Gray-sama.

-¿Cómo está, Porlyusica?-preguntó el Maestro.

-Bien-respondió ella-Aunque la herida era algo profunda; un poco más y habría muerto.

-Eso es bueno-corroboró el Maestro.

-¿Podemos verle?-pregunté.

-Si quieres, pero sigue inconsciente. No creo que despierte durante un par de días. Y ahora, temo dejarlo solo.

-¡Yo lo cuidaré!-exclamé enseguida-Juvia se encargará de sus cuidados mientras no estés Porlyusica-sama.

-¿Estás segura Juvia?-me preguntó Erza-san.

-Claro-asentí-Juvia cuidará de Gray-sama.

A Porlyusica no pareció importarle y me contó los tratamientos que tenía que recibir Gray-sama. Armada de valor, entré en su habitación.

Cuando entré, vi como Gray-sama respiraba suavemente. Porlyusica me dijo que Gray-sama tenía un poco de fiebre y tenía que que ponerle un paño húmedo en su frente. Como hacía algo de calor, me cambié a una ropa más cómoda; un bikini. Mientras escurría el paño, miré la cara de Gray-sama, es tan rico cuando duerme, así que, sin más dilación, me acerqué a él, lo agarré por la barbilla y le di un tierno beso en los labios.

-Espero que despiertes pronto, Gray-sama-suspiré.

Sin decir más, le puse el paño húmedo en la frente y lo destapé un poco para que no se muriese de calor. Observé la zona donde estaba la herida; Porlyusica ya la había vendado por completo y el vendaje ocupaba casi toda la parte derecha de su torso. Oí abrirse la puerta y entró Porlyusica con una botella.

-¿Qué es eso?-pregunté curiosa.

-Un analgésico-respondió-Con esto, Gray se recuperará antes.

-Deja que Juvia se lo ponga.

-No-dijo ella-Es mejor que tu te vayas a casa y descanses.

-Pero Juvia no quiere irse-sollocé.

-Es mejor que le dé yo el analgésico, Juvia-me calmó Porlyusica-Además, lo que Gray necesita es descansar, no una enfermera.

-Quiero cuidar a Gray-sama-dije convencida.

Ella suspiró y aceptó con la única condición de que descansase un poco.

-Anda,vete a descansar, que yo te avisaré cuando termine.

Salí de la habitación y me tumbé en el sofá, caí rendida al instante. Mientras dormía, soñé como Gray-sama me agradecía por lo cuidados y se ofreció a lavarme la espalda, porque nos habíamos bañado juntos. 

Durante toda la tarde, estuve cuidando de Gray-sama y cuando anocheció, volví a Fairy Hills. Al día siguiente, retomé los cuidados pero esta vez, cada vez que descansaba, le tejía una bonita bufanda, ya que, se aproximaba una ola de frío. Volví a ponerle el paño húmedo y también, mojé un poco su pecho, que lo tenía sudado. Lo único que deseo, es que Gray-sama despierte pronto, para poder seguir con el plan. Cuando llegó Porlyusica me marché, ya que, quería terminar la bufanda en mi habitación. Al acabarla, me tiré en la cama y abrazando a un enorme Gray-sama de peluche, me quedé dormida.

Al día siguiente, me fui al gremio y esperé noticias, ya que ayer, Porlyusica me dijo que hoy Gray-sama podría despertar y estaba muy nerviosa y preocupada.

-¿Estás bien, Juvia?-me preguntó Lisanna.

-S...si, un poco nerviosa. Me...me han dicho que Gray-sama puede despertar hoy.

-Pues eso es una buena noticia-dijo Lisanna.

-Ya te digo-respondí muy feliz.

Esperé toda la tarde a la llamada de Porlyusica, pero no la recibí, así que, me dirigí a su casa y me dijo que Gray-sama seguía igual.

-Pero no te preocupes, ya verás como despierta.

-Yo me fío de ti Porlyusica-sama-dije algo preocupada.

-Puedes quedarte aquí hasta que despierte-me dijo.

-¿De verdad que no le importa?

-No-contestó Porlyusica.

-Juvia se quedará despierta hasta que Gray-sama lo haga-corroboré.

Porlyusica se rió y se marchó, yo miraba a Gray-sama, quería que despertase ya, quería decirle que yo le he estado cuidando. Muy entrada la noche, noté como mis párpados se iban cerrando, no podía dormirme ahora, necesito ver a Gray-sama despierto. Intenté mantenerme despierta, pero lo único que conseguí fue ser vencida por el sueño, así que me apoyé sobre el regazo de Gray-sama, bostecé y cerré los ojos.

-Buenas noche Gray-sama-dije antes de caer dormida.

Continuará...



Amor gélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora